En marzo de 2022, la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea (MOE UE) presentó su informe final del trabajo realizado, por unos 78 observadores procedentes de 22 Estados miembros de la UE y de Canadá, durante las elecciones generales del 28 de noviembre de 2021. Además de los hallazgos, el informe incluye recomendaciones prioritarias para mejorar los procesos electorales en el país.
Releyendo con calma ese documento de nuestros amigos europeos, reconozco que sanos consejos hemos recibido, pero como sociedad somos sordos a la voz de la experiencia.
Veamos las recomendaciones atendidas:
A pesar de los cuestionamientos previos, el sistema de los dispositivos biométricos, demostró que es un recurso valioso para proporcionar la seguridad que las elecciones requieren. Más allá de la verificación de votantes, los dispositivos proveen datos sobre el nivel de participación y de operatividad de los centros de votación a distintas horas, lo que les permitió a los consejeros identificar aquellos centros afectados por la ausencia de material electoral debido a los problemas logísticos.
Otra recomendación atendida fue diseñar un sistema de tabulación de resultados con características de trazabilidad y mecanismos reforzados de control. Ahora, el sitio web de resultados muestra un nivel de actualización constante para cada nivel electivo, partido político, región y departamento. La transparencia agrega confianza al proceso electoral. Es fundamental continuar utilizando un sistema que cuente con los mecanismos de seguridad necesarios para llevar a cabo el sistema TREP, el escrutinio especial y general.
Pero, hay que aprender de las fallas. Van tres que son claves:La capacitación sigue siendo uno de los mayores desafíos. El sistema en cascada actual, donde el CNE capacita a los partidos políticos, y estos a su vez a los miembros de las Juntas Receptoras de Votos (JRV), carece de uniformidad.
El CNE carece de medios para supervisar eficazmente la capacitación impartida por los partidos y no dispone de un sistema de evaluación ni garantías de que las personas capacitadas sean las que finalmente trabajen en las JRV y centros de votación.
El reto logístico. La distribución del material electoral es fundamental para el éxito de cualquier elección. La implementación de un sistema transparente, apoyado sólidamente por herramientas tecnológicas, es crucial para evitar los errores que ocurrieron en las primarias y garantizar una logística eficiente en las elecciones de noviembre próximo.
Falta de una estrategia comunicacional. La UE insistió en “una estrategia de transparencia y comunicación pública más eficaz, que incluya la publicación rápida y completa de todas sus decisiones... y la difusión continuada de información a todas las partes interesadas, especialmente en los períodos inmediatamente anterior y posterior a las elecciones”.
Para finalizar, escuchemos el reclamo de la Red por la Equidad Democrática (REDH) al Congreso Nacional para que apruebe “con suficiente antelación” el presupuesto destinado a las elecciones generales del 30 de noviembre.
En pocos meses, vamos a elegir a la persona que asumirá la presidencia en enero de 2026, vale la pena atender consejos