El sistema financiero hondureño continúa mostrando un desempeño sólido, impulsado por el crecimiento sostenido de los depósitos y la expansión del crédito, según el informe regional de Indicadores Homologados que compara el comportamiento del sector bancario en Honduras, Chile, Perú y Colombia.
De acuerdo con el análisis, entre marzo de 2023 y marzo de 2025, los depósitos totales en Honduras mantuvieron una tendencia ascendente, aunque con una leve desaceleración en el último año.
Este comportamiento revela que tanto los ciudadanos como las empresas están depositando más recursos en el sistema bancario, reflejo de una mayor confianza en las instituciones financieras y, en cierta medida, del proceso de formalización económica que el país ha venido experimentando.
En paralelo, los créditos totales también registraron un crecimiento notable, primero con un aumento significativo entre 2023 y 2024, y luego con una tendencia estable al alza hasta marzo de 2025.
Este dinamismo crediticio
-según el informe- estaría vinculado al mayor acceso al financiamiento, la expansión del crédito comercial y de consumo, y el impulso de políticas que buscan ampliar la bancarización y fortalecer el tejido productivo.
Pese al crecimiento simultáneo de depósitos y créditos, los niveles de morosidad se han mantenido bajo control, incluso por debajo de los observados en países como Colombia y Perú. La relación entre cartera vencida y cartera total aumentó levemente, pero sin representar un riesgo sistémico.
En términos prácticos, esto significa que los bancos hondureños han logrado administrar adecuadamente el riesgo crediticio, manteniendo su estabilidad y capacidad de respuesta ante eventuales tensiones económicas. En resumen, el sistema financiero hondureño muestra señales de madurez y solidez, caracterizado por un equilibrio entre la captación de recursos, la expansión crediticia y el control del riesgo.