Soldados amputados tras guerra en Ucrania hallan en el golf terapia y esperanza

Soldados ucranianos heridos hallan alivio físico y emocional practicando golf, un deporte que los ayuda a adaptarse a sus prótesis y volver a socializar

  • Actualizado: 03 de agosto de 2025 a las 00:00
Soldados amputados tras guerra en Ucrania hallan en el golf terapia y esperanza

Por Andrew E. Kramer/ The New York Times

KIEV, Ucrania — El golfista mueve su palo de golf en un elegante arco y luego se concentra en la bola que vuela 180 metros a la distancia. Sonríe, satisfecho de haber podido mantener el equilibrio con su pierna protésica mientras giraba para ejecutar su tiro.

Los exclusivos y costosos clubes de golf de Ucrania han abierto sus puertas a los amputados de guerra, que juegan gratis. Los expertos en rehabilitación afirman que el sol y la naturaleza pueden ser curativos y que la superficie irregular y blanda de los campos de golf ayuda a los soldados a dominar sus prótesis.

Pero “la tarea principal es simplemente sacarlos de la cama”, dijo Vyacheslav Tsiukh, de 46 años, coronel retirado y nuevo aficionado al golf. Tsiukh, quien perdió una pierna por una mina durante una misión de reconocimiento en el este de Ucrania, ayuda a otros veteranos vía United by Golf, un grupo que utiliza este deporte para rehabilitar a soldados heridos en la guerra.

“Los chicos empiezan a compadecerse a sí mismos y a pensar que sus vidas se han acabado”, dijo. Pero en el campo de golf, los veteranos “ven a hombres que perdieron extremidades como ellos y que han alcanzado el éxito en este deporte”.

Hasta el momento, alrededor de 750 amputados y otros veteranos con lesiones graves han probado el golf gracias al programa, una cifra considerable, en vista de que la Federación Ucraniana de Golf estima que sólo unas 2 mil personas en Ucrania practicaban este deporte con regularidad antes de la guerra.

Ucrania enfrenta una enorme tarea en la rehabilitación de amputados tras años de combate.

Varían las estimaciones sobre el número de amputados. El Ejército no publica cifras para no desmoralizar a la población o indicar a Rusia cuántos soldados ucranianos siguen listos para el combate, aunque algunos amputados regresan a la batalla.

El Servicio Nacional de Salud de Ucrania dijo este año que los médicos habían realizado 93 mil 566 amputaciones desde el inicio de la invasión en el 2022. Sin embargo, esa cifra incluye amputaciones de dedos y contabiliza cada pérdida por separado si un soldado pierde más de una extremidad. Una organización sin fines de lucro que proporciona prótesis ha estimado que 80 mil soldados ucranianos necesitan prótesis. En diciembre de 2024, un Viceprimer Ministro afirmó que entre 35 mil y 40 mil soldados habían perdido extremidades.

Anatoly Melnychenko (izq.) y Oleksandr Batalov, ambos amputados de guerra, en el campo de golf de Kozyn.

En el Kozyn Golf & Country Club, al sur de Kiev, Anatoly Melnychenko practicaba golpes cortos una reciente mañana de verano, apoyándose a veces en su palo para mantener el equilibrio.

Melnychenko, de 40 años, perdió una pierna por una lesión causada por un explosivo lanzado desde un dron en mayo del 2023. Probó el golf por primera vez sólo para “salir de las cuatro paredes de mi habitación” después de su lesión, comentó. Pero lo disfrutó tanto que ahora juega semanalmente. “El golf es relajación psicológica, aún cuando es duro físicamente”, dijo, “y es genial estar con los cuates”.

Cuando está en el campo, añadió, “no tengo miedo de caminar”.

Los veteranos se brindan una concesión por discapacidad. Aquellos con prótesis menos estables por encima de la rodilla tienen permitido retirar sus bolas de las trampas de arena, para evitar caerse al intentar hacer un golpe en la superficie inestable.

El golf es ideal para los soldados en recuperación, ya que no se requiere fuerza ni velocidad para jugar, dijo Davyd Yung, quien perdió una pierna en la explosión de un misil antitanque y se ha convertido en un ávido golfista.

Los campos de golf han sufrido daños considerables durante la guerra. Y aunque ofrecen un respiro a menudo bucólico para los amputados, hay constantes indicios de la guerra.

En Kozyn los obstáculos de agua son estanques llenos de nenúfares y juncos. Pero hay un campo de tiro militar al lado, y el sonido de las ametralladoras se oye a un volumen ensordecedor entre el tercer y el cuarto hoyo. En el Superior Golf Club & Spa, a las afueras de Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania, cohetes, proyectiles y bombas perdidas han caído en el césped docenas de veces, creando cráteres.

En el campo de Kozyn, Oleksandr Batalov, de 40 años, quien perdió una pierna en combate en el este de Ucrania, embocó su bola en el cuarto hoyo junto a un pintoresco estanque. Los amputados de guerra ucranianos deberían ser visibles, tanto en casa como en el extranjero, dijo. Él y un grupo de otros amputados llegaron al campo en una van con el lema “Conocemos el precio de la libertad”.

Batalov dijo tener un objetivo ambicioso: jugar una ronda con el Presidente Donald J. Trump. “Nada es imposible”, afirmó.

© 2025 The New York Times Company

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