Por Stephen Castle / The New York Times
Foxley, Inglaterra — Con su ganado de Tierras Altas, sus impecables muros de piedra y una diminuta iglesia que data del siglo 15 en sus terrenos, la granja Cowage en Foxley no parece precisamente la escena de un crimen. Pero una mañana, mientras Tom Collins llenaba papeleo en su granja, un empleado lo interrumpió para preguntarle qué había hecho con un monitor de computadora en un tractor.
“Le dije, ‘¿qué quieres decir? Está en la cabina’”, recordó. Resulta que el equipo, junto con dos sistemas GPS, había sido robado de dos vehículos agrícolas durante la noche.
Collins dijo que lo más desconcertante era que los delincuentes debían de haberlo vigilado para saber dónde estaban sus tractores.
Esa inquietud parece estar creciendo entre granjeros británicos. También están bajo presión por una reestructuración de subsidios disponibles para ellos, y por la inflación y cambios fiscales que han provocado plantones de tractores afuera del Parlamento.

Los robos son cada vez más sofisticados, y los grupos criminales echan mano de tecnología como drones para localizar maquinaria costosa, explicó Jim McLaren, director de NFU Mutual, una compañía de seguros.
Algunos equipos son robados por encargo y trasladados al extranjero, dijo la Policía. “Hay bandas de crimen organizado que operan parecido a DHL”, dijo Philip Wilkinson, comisionado electo de Policía y Crimen para Wiltshire, en referencia a la compañía de transporte y logística.
En un saqueo, ladrones engancharon el remolque de un granjero, subieron un vehículo todoterreno y se marcharon. El robo tomó 58 segundos.
Andy Lemon, inspector de Policía de Wiltshire, explicó que, en algunos casos, equipos de alto valor han salido de Gran Bretaña en menos de 48 horas y han ido a parar a Europa Oriental. Sin embargo, los ladrones suelen dejar artículos como vehículos todoterreno en zonas remotas durante varios días como una precaución contra dispositivos de rastreo. Si no son recuperados, los ladrones se sienten seguros de trasladarlos.
En el 2023, el costo de la delincuencia rural aumentó un 4.3 por ciento respecto al año anterior, a 52.8 millones de libras, unos 57 millones de dólares, reportó NFU Mutual. Se trata de una suma considerable en un país con menos de 200 mil granjeros.
Tom Geary, de 30 años, relató cómo recientemente rompieron las puertas de su granja, forzaron las cerraduras y los delincuentes se llevaron gasolina y herramientas con valor de 3 mil 500 libras.
“Luego volvieron una semana después y robaron unos cilindros de cobre”, dijo Geary. Intentó enfrentarse a uno de ellos, pero retrocedió cuando apareció otro.
Los hombres llevaban pasamontañas y ninguno pareció inmutarse al ser descubiertos al saquear una granja a plena luz del día, agregó.
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