Parientes del humano habitaron cruel desierto

Hace un millón de años, descubrieron, una especie extinta de parientes humanos conocida como Homo erectus prosperó en un inclemente paisaje desértico

  • 06 de febrero de 2025 a las 00:00
Parientes del humano habitaron cruel desierto

Por Carl Zimmer | The New York Times

Los humanos viven prácticamente en todas partes. Nuestra especie se ha asentado en tundras heladas, cimas de montañas y otros ambientes extremos.

Históricamente, los científicos han visto esta adaptabilidad como una de las características distintivas de los humanos modernos y una señal de cuánto ha evolucionado nuestro cerebro. Pero un nuevo estudio insinúa que quizás no seamos tan especiales.

Hace un millón de años, descubrieron los investigadores, una especie extinta de parientes humanos conocida como Homo erectus prosperó en un inclemente paisaje desértico alguna vez considerado inhóspito antes de que apareciera el Homo sapiens.

“Es un cambio significativo en la narrativa de la adaptabilidad, expandiéndola más allá del Homo sapiens para incluir a sus parientes anteriores”, dijo Julio Mercader, arqueólogo en la Universidad de Calgary y un autor del estudio.

Nuestros antepasados, conocidos como homínidos, se separaron de otros simios en África hace unos 6 millones de años y vivieron durante millones de años en bosques abiertos. No parecieron vivir en ambientes extremos.

Mercader y sus colegas examinaron de cerca un sitio en el norte de Tanzania llamado Engaji Nanyori, donde los paleoantropólogos habían encontrado previamente fósiles de Homo erectus.

Se cree que el Homo erectus evolucionó hace unos 2 millones de años en África. Fueron los primeros en alcanzar la estatura de los humanos modernos y tenían piernas largas y delgadas con las cuales correr. Sus cerebros eran más grandes que los de los homínidos anteriores, aunque sólo dos tercios del tamaño del nuestro.

En algún momento, el Homo erectus se expandió fuera de África, llegando hasta Indonesia, donde se extinguió hace unos 100 mil años. Muchos investigadores sospechan que en África dieron origen a nuestra propia especie en los últimos cientos de miles de años antes de desaparecer allí también.

Durante cientos de miles de años, determinaron Mercader y sus colegas, Engaji Nanyori había sido un bosque abierto y cómodo. Pero hace aproximadamente un millón de años, el clima se secó y los árboles desaparecieron. Se convirtió en un terreno desértico con arbustos —un lugar extremadamente árido que parecía inhóspito.

Pero en lugar de huir, los homínidos encontraron cómo sobrevivir y prosperar. “Su mayor ventaja fue su adaptabilidad”, dijo Mercader. Cambiaron la forma de buscar animales para consumir, por ejemplo. Los homínidos encontraron los estanques y arroyos que surgieron después de las tormentas y cazaron a los animales que aparecieron allí, matándolos por miles.

Los homínidos también se adaptaron mejorando sus herramientas. Tuvieron más cuidado al desprender las lascas de las piedras para darles un borde más afilado. En lugar de recoger piedras de dondequiera, preferían material de lugares en particular. Y llevaban herramientas consigo para estar preparados si encontraban comida.

Los investigadores hallaron que Engaji Nanyori estaba en el borde sur de un vasto cinturón de tierras desérticas con matorrales que se extendía desde África por gran parte de Oriente Medio y Asia. Es posible que la adaptabilidad que mostró el Homo erectus en Engaji Nanyori los ayudó a expandirse a otros continentes.

© 2025 The New York Times Company

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