Estudio revela microplásticos en cerebros humanos: aumentaron 50 % desde 2016

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Nuevo México ha revelado que los microplásticos se están acumulando en los cerebros humanos a niveles alarmantes

  • 18 de abril de 2025 a las 00:00
Estudio revela microplásticos en cerebros humanos: aumentaron 50 % desde 2016

Nina Agrawal | The New York Times

En un laboratorio de la Universidad de Nuevo México, Marcus Garcia rebuscaba en un contenedor lleno de desechos plásticos. Vio botellas, un cepillo de dientes y un soldadito de juguete.

“¡Sí!”, , exclamó, sosteniendo la punta de una pipeta. “La encontré”.

Garcia, un investigador postdoctoral, descubrió la punta de la pipeta el verano pasado con sus colegas en una remota playa en Hawai. Qué pertinente, pensó. Era un objeto que él y miles de otros científicos usan todos los días. Y allí estaba, arrastrado a la orilla junto con otros desechos plásticos que ahora estaban limpiando y recolectando para investigación.

Garcia es parte de un laboratorio líder, dirigido por el toxicólogo Matthew Campen, que está estudiando cómo las diminutas partículas conocidas como microplásticos se acumulan en nuestros cuerpos. El estudio más reciente de los investigadores, publicado en febrero en Nature Medicine, generó titulares alarmantes: hallaron que muestras de cerebro humano del 2024 contenían casi 50 por ciento más microplásticos que las muestras de cerebro del 2016.

“Esto está aumentando exponencialmente en nuestro mundo”, afirmó Campen. A medida que se acumula en el medio ambiente, también se acumula en nosotros.

En el estudio, los cerebros de personas con demencia contenían muchos más microplásticos que los de personas sin ella. En estudios publicados el año pasado, investigadores demostraron la presencia de microplásticos en testículos y placentas humanas. Otros científicos los han documentado en sangre, semen, leche materna e incluso en las primeras heces de un bebé.

En su estudio, los investigadores reportaron que la concentración promedio de microplásticos en 24 cerebros humanos del 2024 fue de casi 5 mil microgramos por gramo, aunque existe gran incertidumbre en esa cifra debido a los métodos empleados para calcularla. Eso equivale a unos 7 gramos de plástico por cerebro —el contenido de cinco tapas de botellas de agua. Los cerebros de las personas con demencia tenían más, aunque los investigadores señalaron que esto podría deberse a que esos cerebros tenían una barrera hematoencefálica más porosa y eran menos capaces de eliminar toxinas.

Aún no está claro qué efecto tiene esta cantidad de plástico en la salud humana, pero es suficiente para causar alarma.

El grupo de Campen ahora estudia cortes transversales de tejido de un solo cerebro para determinar si ciertas regiones presentan mayores concentraciones de microplásticos y si esto podría estar vinculado con el mal de Parkinson o la pérdida de memoria. Idealmente, a modo de comparación, le gustaría estudiar un cerebro anterior a las décadas de 1970 o 1960, cuando los plásticos se volvieron omnipresentes.

Las características de los plásticos que el equipo de Campen halló en el tejido humano sugieren que provienen principalmente de desechos que se produjeron hace muchos años y se erosionaron con el tiempo. Por ejemplo, los investigadores encontraron una cantidad significativa de polietileno, el tipo de plástico dominante producido en la década de 1960.

Los investigadores no saben con certeza cómo estos plásticos ingresan a nuestros cuerpos, pero tienen pistas. Saben que los desechos plásticos terminan en el suelo, el agua, el aire e incluso en la lluvia, dijo Christy Tyler, profesora del Instituto de Tecnología de Rochester, en Nueva York. Pueden estar en las plantas. Campen sospecha que la principal forma en que estos plásticos ingresan a nuestros cuerpos es cuando los ingerimos, mucho después de que se hayan desechado y hayan comenzado a descomponerse.

Pero, como con cualquier ciencia temprana, hay salvedades. Para empezar, estas diminutas partículas son extremadamente difíciles de medir: utilizando un microscopio de alta resolución, Campen encontró fragmentos tipo esquirlas de no más de 200 nanómetros de largo —unas 400 veces menos que el ancho de un cabello— y tan delgados que eran translúcidos.

La gran interrogante es si todo lo que están midiendo es en realidad plástico o si parte de ello son lípidos, que pueden parecer similares químicamente, pero se producen de forma natural en el cuerpo.

Campen y Garcia ahora explorarán los posibles vínculos entre ciertas dosis de microplásticos y desenlaces de salud humana, como enfermedades cardíacas, problemas de fertilidad y la esclerosis múltiple.

Garcia vio un video que grabó con su teléfono de los desechos plásticos en Hawai. Todos los usos imaginables del plástico parecían estar representados en esa playa y en el mar. Y cada día se descomponían más. Algún día, parte de ello podría acabar en nosotros.

© 2025 The New York Times Company

Únete a nuestro canal de WhatsApp

Infórmate sobre las noticias más destacadas de Honduras y el mundo.
Te gustó este artículo, compártelo
Elsa Oseguera contribuye con 50 mil lempiras para los recién nacidos del Materno Infantil
Elsa Oseguera realiza un generoso donativo de 50 mil lempiras a los recién nacidos del Materno Infantil.
Keep WatchingNext video in 8 seconds
0 seconds of 1 minute, 16 secondsVolume 0%
Press shift question mark to access a list of keyboard shortcuts
Próximo
Luis Palma anota su primer gol con el Lech Poznan de Polonia
00:03
00:00
01:16
01:16
 
Últimas Noticias