Por David Waldstein/ The New York Times
Durante un concierto reciente en el Gramercy Theater de Nueva York, un miembro del personal técnico subió al escenario una canasta de basquetbol.
Adrien Nunez, de 26 años, el cantante que se presentaba, lanzó una pelota al público e invitó a los fans a tirar un par de canastas mientras contaba cómo aprendió a jugar basquetbol en los parques de recreo en Brooklyn. Hasta hace un par de años, el basquetbol, no el canto, iba a ser su camino al estrellato.
En lugar de ello, la estrella del country pop estaba en el escenario en octubre, dando una serenata al público. ¿Cómo se convirtió una estrella del baloncesto que ignoró la música country durante la mayor parte de su vida en uno de los nuevos cantantes más populares del género?
“Disfruto mucho más cantando que jugando basquetbol”, dijo Nunez. “Nadie está intentando arrancarte la cabeza”.
El sencillo debut de Nunez, “Low Road”, un dueto con Avery Anna, ha superado los 40 millones de reproducciones en Spotify desde su lanzamiento el año pasado. Este año encabezó una gira por 15 ciudades de Norteamérica.
Su entrada en la industria musical fue casi accidental; se hizo enormemente popular en las redes sociales como el jugador escolta nacido en Brooklyn y de ascendencia dominicana, que cantaba a todo pulmón éxitos ajenos sentado en su auto, y luego decidió componer una melodía propia.
“Esta canción cambió mi vida”, dijo a sus fans en el Gramercy, y su banda se lanzó a tocar “Low Road”.
La música, no el baloncesto, estaba programada en los genes de Núñez. Su madre, Jenny Lessard, creció con un padre compositor clásico y una madre cantante de profesión. El padre de Adrien, Martín Núñez, quien llegó a Nueva York de la República Dominicana en su adolescencia, tocó el bajo en varias bandas en la década de 1990 y principios de la del 2000. De niño, Adrien estudió batería y guitarra al estilo de las bandas de heavy metal.
Nunez comenzó a jugar baloncesto en la Universidad de Michigan en el 2018, pero quedó relegado a un papel secundario. Mientras estaba allí, empezó a experimentar con TikTok, produciendo videos divertidos. Una de sus primeras publicaciones tuvo 3.1 millones de visitas, y pronto se hizo más famoso por sus videos que por el basquetbol.
En ese entonces, Nunez cantaba en los vestidores y en el autobús del equipo, y principalmente melodías de R&B. Nunca cantaba canciones country.
“Yo era de Nueva York, así que es como una broma”, dijo. “Te gusta todo menos country”.
Esa barrera se derrumbó cuando un compañero de equipo metió una melodía country en la mezcla. Esa fue la semilla, dijo Nunez, y al marchitarse el baloncesto, la semilla germinó.
Este año, fue el telonero en el concierto de la estrella de country Luke Bryan y cantó en el mismo estadio de 20 mil butacas en Orlando, Florida, donde alguna vez jugó basquetbol.
“Estoy justo donde se supone que debo estar”, dijo Nunez. “La música fue mi primera pasión. Me alejé de ella, pero me encontró de nuevo”.
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