Washington, Estados Unidos.- El magnate Elon Musk declaró que su labor al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (Doge) de Estados Unidos, encargado de recortar el gasto público en la Administración de Donald Trump, tuvo “algo de éxito”, aunque aseguró que no volvería a asumir ese cargo.
"Tuvimos cierto éxito. Detuvimos mucho gasto que simplemente no tenía sentido, que era un completo despilfarro", afirmó el empresario de origen sudafricano en el pódcast de Katie Miller, exfuncionaria del Gobierno de Trump.
Preguntado sobre si repetiría su papel en la Administración, respondió negativamente: "Creo que, en lugar de dedicarme al Doge, me habría dedicado a mis empresas".
El dueño de la red X y director de Tesla y SpaceX fue uno de los principales donantes de la campaña electoral de Trump y se integró en enero en su Gobierno al frente del Doge, un departamento creado para él y desde el cual lideró el despido de miles de empleados federales.
Su papel en la política generó preocupación entre los inversores a medida que se desaceleraban las ventas de Tesla y se producían actos vandálicos contra vehículos de esa marca.
Trump y Musk rompieron públicamente su relación en mayo tras un amargo enfrentamiento por el gran paquete fiscal impulsado por el presidente y, poco después, el magnate oficializó su salida del Gobierno.
La Casa Blanca confirmó en noviembre la disolución del Doge, ocho meses antes de que concluyera su mandato, aunque aseguró que sus prácticas contra el despilfarro quedaron integradas en todas las agencias de la Administración.
El Doge aseguró en su momento haber logrado un ahorro del gasto público de 150.000 millones de dólares, muy por debajo de los dos billones que había prometido recortar. Sin embargo, expertos señalan que es imposible verificar esa cifra dado que el departamento no ha hecho públicas sus cuentas.