California, Estados Unidos.- Un sistema meteorológico conocido como río atmosférico mantiene en alerta el noreste de Estados Unidos, ya que se pronostican lluvias, nevadas e inundaciones este fin de semana.
Según informó Fox News, con base en reportes del Servicio Nacional de Meteorología de Estados Unidos, el fenómeno impactará principalmente en los estados de Washington, Oregón y California, especialmente en las zonas costeras y montañosas.
De acuerdo con los pronósticos, las precipitaciones se intensificarán el viernes -24- y sábado -25- de octubre. Además, indicaron que las zonas con mayor amenaza por las lluvias torrenciales serán en el sur, afectado sobre todo Oregón meridional y el norte de California.
De igual forma, se mencionó que las ciudades de San Francisco, Eureka y Medford serán las más expuestas al paso de este sistema.
Por su parte, la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica) emitió una advertencia de inundaciones (nivel 1 de 4) para tramos costeros del norte de California, regiones litorales de Oregón y sectores occidentales de Washington.
¿Qué es un río atmosférico?
Los ríos atmosféricos son regiones relativamente largas y estrechas en la atmósfera, como los ríos en el cielo, que transportan la mayor parte del vapor de agua fuera de los trópicos, indica la NOAA.
Según explica en su página web, los ríos atmosféricos pueden variar considerablemente en tamaño e intensidad. En ese sentido, detalla que transporta una cantidad de vapor de agua aproximadamente equivalente al caudal promedio en la desembocadura del río Misisipi.
Al tocar la tierra, estos sistemas liberan este vapor de agua en forma de lluvia o nieve. Asimismo, menciona que los ríos atmosféricos son un elemento clave del ciclo hidrológico global y están estrechamente vinculados tanto al suministro de agua como a los riesgos de inundaciones, especialmente en el oeste de Estados Unidos.
Este fenómeno natural, también juega un papel importante en la regulación del clima global al distribuir agua a diferentes partes del mundo.
No obstante, su impacto puede variar, ya que en ocasiones, proveen lluvias muy necesarias para la acumulación de nieve y agua, pero si son muy intensas, pueden provocar inundaciones severas.