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Guatemalteco se ahoga intentando salvar a otros migrantes en el río Bravo

Edwin Rodrigo Castro de la Parra era visto como un líder dentro de la comunidad de migrantes guatemaltecos del campamento, según los testimonios

19.08.2020

AUSTIN, ESTADOS UNIDOS.- Un guatemalteco que había vivido en un campamento de migrantes improvisado mientras esperaba su turno para solicitar asilo en Estados Unidos se ahogó en el río Bravo, cerca de Brownsville, Texas, informaron el miércoles unos socorristas.

Edwin Rodrigo Castro de la Parra, de 20 años, falleció el martes, de acuerdo con la hermana Norma Pimentel, directora ejecutiva de Caridades Católicas de Rio Grande Valley. Pimentel dijo que habló con la familia de Castro, pero las condiciones que rodean su muerte no están claras.

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Castro había ido a la orilla del río porque unas mujeres embarazadas que conocía se habían desesperado e iban a intentar cruzar de manera ilegal el río, comentó Pimentel.

De momento no está claro si alguien vio los momentos previos a su muerte -muchos migrantes no hablan por temor a persecuciones-. Pero Pimentel dijo que posteriormente su cuerpo flotó hacia la ribera del río.

Castro era visto como un líder dentro de la comunidad de migrantes guatemaltecos del campamento, de acuerdo con Pimentel. Añadió que la pérdida se sintió en todo el campamento y que la gente se había reunido a lo largo del día llorando incrédulos por su muerte.

“Me duele ver a las familias llorando', dijo Pimentel. “Escucharlos decir ‘por favor sáqueme de aquí, tengo miedo. No puedo soportarlo más’”.

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Pimentel dijo que al guatemalteco le sobreviven su esposa e hijo. Comentó que fue uno de muchos que escaparon de la violencia y que temía por su vida. Castro llegó a la frontera entre Estados Unidos y México y había esperado casi un año para solicitar de manera legal ingresar a Estados Unidos por motivos de asilo, según Pimentel.

Andrea Rudnik, cofundadora de la organización de ayuda Team Brownsville, dijo que Castro amaba ayudar en el campamento y que había distribuido tiendas de campaña a otros migrantes la víspera de su muerte. Señaló que será recordado como un hombre vibrante e inteligente que hablaba español y una lengua indígena con fluidez y fue un líder para su comunidad.

“En realidad, falleció porque nuestro gobierno no permite que la gente cruce libremente para solicitar asilo”, dijo Rudnik. “Así que esa lucha para solicitar asilo le costó la vida”.

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos y el gobierno de la ciudad de Matamoros no respondieron hasta el momento a una solicitud de comentarios.

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Se calcula que hay más de 1,000 migrantes que esperan solicitar asilo en Estados Unidos en el campamento, ubicado junto a la orilla del río Bravo (o Grande) en la ciudad de Matamoros, México, que es limítrofe con Brownsville, Texas.

La población del campamento creció significativamente en octubre del año pasado luego de que se implementaron los Protocolos de Protección al Migrante -conocidos como la política de “Permanecer en México” del presidente Donald Trump- a lo largo de la frontera sur de Estados Unidos.

Algunas familias esperan sus citas en las cortes de Estados Unidos mientras que otras aún no se han presentado ante las autoridades estadounidenses debido a que la frontera sigue cerrada a causa de la pandemia de coronavirus.

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