PANDEMIA

El 1% (o más) de la población de Honduras ya se infectó de covid-19

Mientras la población resiste a los estragos que dejó el paso del huracán Eta, el nuevo coronavirus sigue afectando a los hondureños; expertos advierten que habrá un repunte en las zonas más afectadas por Eta

En medio de caos, luto y desesperación por el paso del huracán Eta, Honduras alcanzó el sábado los 100 mil infectados por covid-19.

En el reporte del 7 de noviembre, el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager) detalló que realizó 1,653 nuevas pruebas, de las cuales 465 dieron positivas, lo que eleva a 100,041 la cifra de personas contagiadas por el nuevo coronavirus.

También informaron que la cifra de fallecidos lastimosamente llegó a los 2,745 casos, mientras que ya son 42,815 los recuperados.

El balance muestra que de los 9.3 millones de hondureños que viven el país, el 1.07% se contagió de la mortal enfermedad, aunque debido a que existe un subregistro la cifra puede ser superior.

El primer caso del mortal virus se registró el pasado 11 de marzo en Tegucigalpa, pero casi de forma paralela también hubo uno en San Pedro Sula, donde rápidamente se esparció y se convirtió en la ciudad con más infectados.

Cuando Honduras decidió declarar estado de emergencia, el 16 de marzo, todavía no era demasiado tarde, según afirman los expertos, sin embargo, las medidas adoptadas en los casi ocho meses de cuarentena han provocado altos y bajos en la curva epidemiológica.

Por ejemplo, hasta el 30 de abril el reporte de casos diarios no superaba los 50, pero para el 1 de marzo hubo 95 contagios. Un día después la actualización de casos fue de 111, lo que elevó a 1,010 el total de infectados de covid-19.

Con esa cifra, Honduras llegó al punto de no retorno, es decir que los casos seguirían aumentando hasta alcanzar el pico más alto.

Según los expertos, la oleada más fuerte por contagios ocurrió entre junio y julio, lo que se puede observar en la curva epidemiológica de casos diarios.

Curiosamente en esos meses el número de contagios coincidió con la primera reapertura económica que se realizó en el país pero que dos semanas después cancelaron por el repunte de contagios.

Entre junio y julio los hospitales del país también colapsaron, especialmente en Tegucigalpa y San Pedro Sula, los puntos con más contagios, muertos y también con una alta incidencia de recuperados, pero no los suficientes.

A partir de agosto, la curva muestra una baja en los casos, pero al finalizar el mes se observa un nuevo pico que cae significativamente a inicios de septiembre, el mes patrio.

Sin desfiles, ni celebraciones por el aniversario de independencia, Honduras luchaba con las manos atadas ante una pandemia, una crisis económica y la idea de superar al covid-19, una lucha que se ha postergado por más de 230 días.

Hasta finales de octubre, varios municipios del país permanecían libres de la enfermedad, pero con la creciente movilidad de hondureños su lucha dio tregua y pasaron a la lista de los puntos geográficos con uno o más casos.

El último de ellos fue La Trinidad, Comayagua, donde sus pobladores hicieron hasta lo imposible para evitar un solo contagio, pero no pudieron contra un virus que sigue teniendo de rodillas al mundo entero, sobre todo con los constantes rebrotes.

Expertos hondureños hablan de que Honduras también está viviendo un rebrote, es decir que, por un tiempo la incidencia de contagios disminuyó, pero en las últimas semanas se observa un ascenso.

Esa información coincide con el reporte de contagios diarios, al menos desde mediados de octubre cuando el pico de la curva epidemiológica crece constantemente, tal como ocurrió entre junio y julio, los meses más críticos hasta ahora.

Ahora, el país no solo lucha contra la pandemia, sino contra los estragos que causó el paso del huracán Eta, especialmente en los departamentos de El Paraíso, Choluteca, Francisco Morazán, Cortés, Yoro y Santa Bárbara, algunos de los más afectados por el nuevo coronavirus.

De acuerdo con los epidemiólogos, el hacinamiento y la falta de equipo de bioseguridad en los albergues y zonas afectadas, contribuirá a que los casos aumenten.

'El problema es distanciamiento social. Si hay cientos de personas aglomeradas en esos albergues, casi sin mascarilla e interactuando, entonces las probabilidades (de un repunte) son bien altas', advirtió el epidemiólogo Manuel Sierra.

El experto dijo que en este momento se está en el periodo de incubación y que en las próximas dos semanas los casos irán en aumento.

'De aquí a unas cuatro semanas se levantarán los casos de hospitalización y eventualmente las personas graves, las de UCI y, finalmente, más muertes', alertó.

En Honduras hay más de dos mil albergues habilitados para los afectados por Eta, pero no en todos se están realizando pruebas rápidas o PCR para detectar casos de infectados por covid-19, la enfermedad que mantiene en alerta roja al país.