Honduras

Unos 2.8 millones de huevos de tortuga son vendidos en el sur de Honduras

Son 340 días del año los que laboran 300 familias del Golfo de Fonseca en la recolección y venta de los embriones. Apenas 25 días se dejan como veda para evitar la extinción de la especie.

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07.04.2014

En medio de la oscuridad de la noche decenas de personas deambulan por la orilla de las playa.

Un machete, una vara puntiaguda y una alforja cargan en hombros hasta dar con el objetivo, los famosos huevos de tortuga.

Gumercindo León Estrada, es tan solo uno de los pescadores de la zona que se suma a esta labor al cierre de la luz del día.

“Hay que tener buen olfato para identificar los nidos”, expresó el anciano.

De acuerdo con Estrada, cuando la temporada es buena logra encontrar hasta cuatro nidos que contienen entre 100 y 150 huevos.

La utilidad que percibe el anciano es de 50 lempiras por docena de huevo comercializado.

Son ocho kilómetros de las playas Los Delgaditos y Las Doradas los que recorre cada noche para buscar los embriones.

En esta zona unas 80 personas de cuatro comunidades pesqueras salen en busca del mismo fin por el cual Gumercindo abandona su casa al ocaso.

Se estima que a nivel del Golfo de Fonseca unas 300 familias se dedican a esta labor. Son cuatro los sectores donde se realiza esta labor, entre ellas Boca del Río Viejo, Punta Ratón, El Carretal y Punta Condega.

En promedio anual logran recolectar 2.8 millones de huevos los que son comercializados a intermediarios que los trasladan a las principales ciudades del país y naciones vecinas como Nicaragua y El Salvador.

Veda

En las comunidades donde se recolectan los huevos de tortuga organizaciones como Progolfo han emprendido una campaña para educar a la población para evitar que la especie se extinga.

Es así que con ayuda de organismos no gubernamentales y la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente (Serna) se ha logrado cumplir una veda de 25 días, la cual inicial del 1 al 25 de septiembre.

De forma posterior en el mes de noviembre se realiza la liberación de las tortugas. Este año se recolectaron 42,000 huevos. En la campaña de recolección y liberación se invirtieron 750,000 lempiras.

Hace más de 30 años que la labor de conservación de la tortuga golfina inició en playas sureñas. Esta actividad, a través de la recolección y traslado de los huevos hacia centros de anidamiento, busca evitar que este tipo de animal marino se extinga.

Según estudios internacionales, al Golfo de Fonseca llegan unas 900,000 tortugas de las especies carey y golfina, siendo esta última la que más visita las costas del pacífico.

En los días de veda los pescadores se involucran en la labor de recolección de los huevos para luego trasladarlos a los centros de anidamiento, sitios donde les otorgan una bonificación a través de víveres.

Mito o realidad

Hablar de los huevos de tortuga es para algunos sinónimo de vitalidad sexual, sin embargo para los expertos es más perjudicial que dañino.

De acuerdo con Luis Turcios, director de Progolfo, los análisis indican que un solo huevo de tortuga contiene el colesterol de siete huevos de gallina.

“Las propiedades que se le han agregado en torno al término sexual son mitos”, dijo Turcios para luego explicar sobre el trabajo de educación que se desarrolla en las playas del Golfo de Fonseca para preservar la tortuga golfina.

El colesterol incrementa el riesgo de enfermedades cardiacas y embolias, según Arnoldo Zelaya, director del hospital Escuela.

“El colesterol obstruye el paso de la sangre por las arterias, lo que impide que el líquido llegue al corazón y a su vez puede desencadenar en un paro cardiaco”, agregó.

Proyectos 2013

El director de Progolfo, manifestó que para el próximo año se otorgarán mayores beneficios a las personas que tengan mayor participación en los días de veda.

“Los que recolecten mayor cantidad de huevos y se encarguen de cuidarlos recibirán mayor bonificación”, agregó.

Según el entrevistado, en la actualidad desarrolla un experimento con la Universidad Loma Linda, de Estados Unidos, para colocar unos dispositivos a las tortugas adultas con la finalidad de verificar cuántas veces visitan las playas para desovar.

A la fecha se han colocado tres dispositivos, los que tienen un costo de 5,000 dólares cada uno (más de 95,000 lempiras).