Un improvisado salón armado con paredes de adobe, piso de tierra y techo de lámina cobija a 113 estudiantes de la escuela Colonias Unidas.
El edificio fue construido por los padres de familia para evitar que los niños recibieran el pan del saber bajo un árbol, como sucedió durante varios años.
Lo que no han podido lograr es obtener pupitres y una pizarra para que los alumnos reciban las cátedras en condiciones adecuadas.
Y es que apenas hay siete sillas, dos plásticas y cinco de madera.
El cubículo funciona para los niños del kínder y la escuela, es decir que son ocho grados los que se atienden de forma simultánea en la institución.
“Yo solo pido al gobierno que nos apoye con pupitres, pues así podremos recibir nuestras clases tranquilos porque ya no soportarnos recibir las clases sentados en piedras”, dijo José Enrique Méndez, alumno de quinto grado.
El estudiante tan solo reveló parte de lo que padecen ya que antes de llegar al centro educativo varios de los alumnos se ven obligados a caminar largas distancias.
El pequeño, con sus pies descalzos y con su mirada perdida, dijo que su única motivación para permanecer en la escuela es el esfuerzo que hacen sus padres por lograr que aprenda a leer y escribir.
“Anhelo tener un pupitre antes de salir del sexto grado”, manifestó Méndez.
Iris Noemí Ochoa, madre, calificó la situación de los menores como una experiencia triste.
La señora matriculó a sus cuatro hijos en la institución y aseguró que le da lástima saber que sus niños pasan toda la mañana sentados en el piso de tierra y con los cuadernos apoyados entre sus manos.
“Por lo menos las autoridades deberían de ayudar a estos menores para que puedan pasar el sexto grado ya que para que lleguen a un colegio las esperanzas son mínimas”, explicó Ochoa. Según Francisco Feliciano Rivera, director de la escuela Colonias Unidas, en el nivel básico se matricularon 93 alumnos y en la categoría de prebásica son 20 alumnos. La escuela tiene seis años de funcionar en la localidad bajo la modalidad del Programa Hondureño de Educación Comunitaria (Proheco).
El salón este año ha resultado insuficiente para atender a todos los grados, es por esta razón que los alumnos de dos grados superiores aún reciben clases bajo un árbol, aseguró el docente.
“No entendemos cómo es que las autoridades centrales exigen una educación de calidad si no tenemos las herramientas pedagógicas adecuadas mínimas para enseñar”, cuestionó Rivera.
De acuerdo con el titular del centro de enseñanzas, los niños a la fecha no logran una escritura legible, debido a que no tienen donde apoyarse para moldear las letras. El educador pidió a las autoridades gubernamentales dotarles de mobiliario.
“Pedimos a la primera dama, Rosa Elena de Lobo, que nos ayude con pupitres. La escuela está ubicada en la comunidad de Colonias Unidas, jurisdicción del municipio de El Triunfo. A nivel del departamento se cuenta con una matrícula de 120,000 alumnos. De estos, 80,000 son del nivel básico, 30,000 de media y 10,000 de prebásica.
La matrícula del departamento representa el cinco por ciento de los alumnos inscritos en los centros educativos públicos del país. Un informe de las autoridades de educación reveló que el 30 por ciento de los estudiantes matriculados en el departamento carecen de mobiliario.
Las escuelas multigrados son las que reportan escasez de mobiliario debido a que en su mayoría no cuentan con supervisión. Son 447 las que funcionan bajo esta categoría en el departamento de Choluteca, de estas 164 son unidocentes y 283 bidocentes.
