Los actos delincuenciales no son ajenos a la ciudad de Danlí, en el oriente de Honduras.
La comunidad en los últimos meses también ha sido presa de delitos, aunque mantiene el prestigio de ser una de las más seguras del país.
Según informes de las autoridades policiales de la localidad, hasta el mes de noviembre se reportaron 2,052 denuncias por diversos delitos.
En primer lugar aparecen los robos, seguidos de las infracciones por violencia doméstica y en tercer lugar las amenazas a muerte. Los días en los cuales se reportan la mayor cantidad de denuncias son lunes, viernes y sábado.
En el casco urbano del municipio de Danlí residen 100,000 personas según el último censo efectuado en la comunidad. Son 44 barrios y colonias con los que cuenta la localidad.
Sectores inseguros
Los barrios que registran los porcentajes más altos a causa de las infracciones a la ley son El Centro, La Reforma, El Carmelo, Pueblo Nuevo, Tierra Blanca, barrio Abajo y las colonias La Cofradía y Nueva Esperanza.
Estos sectores son los más poblados de la ciudad, además son las zonas de mayor auge comercial. En el barrio El Centro residen 654 habitantes y tiene 446 viviendas, en su mayoría negocios.
En el barrio La Reforma, de acuerdo con el departamento de Catastro de la comuna, existen 718 viviendas y una población de 3,497 personas.
La colonia Nueva Esperanza no se queda atrás, pues es considerada como la más grande, con un total de 1,062 viviendas y una población 4,969 habitantes.
Una de las ventajas que posee la colonia Nueva Esperanza y el barrio La Reforma es que son los únicos dos sectores que cuentan con una posta policial. En cada una de las instalaciones policiales de forma permanente vigilan seis agentes, debido a que el resto de los elementos se dispersan a diario en las calles y en otras actividades relacionadas con su labor policial.
Resguardo policial
En la ciudad de Danlí la Policía Nacional tiene asignado un total de 195 agentes entre la Policía Preventiva, Dirección Nacional de Tránsito y la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC).
Al dividir el número de agentes de la Policía Nacional y Preventiva entre el total de la población que reside en el casco urbano de la comunidad revela que unas 689 personas permanecen a cargo de la protección de cada agente policial. Jasmina Chacón, jefa departamental de la DNIC, manifestó que la falta de logística es uno de los problemas que más aqueja a la institución en la ciudad.
'Uno de los problemas que se tiene en el municipio, pero en especial en la ciudad de Danlí, es que no contamos con el equipo logístico necesario para realizar nuestro trabajo, pero esto no nos limita para que continuemos con bajos índices delincuenciales', aseguró Chacón.
Para brindar seguridad al municipio se han asignado tres patrullas y siete motocicletas para los agentes de la Policía Preventiva y Tránsito.
Barrios seguros
Al observar el crecimiento de los actos delictivos en la zona, las autoridades policiales han implementado el proyecto Barrio Seguro.
Rigoberto González, vocero de la Policía Nacional, informó que a la fecha se han conformado 16 comités de seguridad en igual número de barrios y colonias de la ciudad. 'Cada habitante conoce las personas que viven en su barrio, por lo que es más fácil identificar a las personas que se dedican a delinquir en cada uno de estos lugares', explicó González.
Los comités están integrados por los miembros del patronato, juntas de agua y vecinos.
Los miembros de las organizaciones locales han recibido varias capacitaciones sobre las técnicas básicas de seguridad, manifestó el entrevistado.
'Queremos conformar más comités en la ciudad, pues se ha comenzado con los barrios más grandes, ya que son los que más denuncias de delitos presentan', agregó. El programa, según González, ha comenzado a dar frutos, ya que en la actualidad los vecinos se han atrevido a denunciar varios delitos y se ha detenido a los responsables.
Para Alvino López, vecino del barrio La Reforma, aunque en su barrio exista un comité es necesario que se ejecuten patrullajes permanentes en la zona. 'Aunque nos hemos unido a la Policía es mínimo lo que podemos hacer nosotros como pobladores, puesto que son ellos los que tienen que detener a los delincuentes', argumentó López.