El presidente Porfirio Lobo Sosa está “medio dormido, hay que sacudirlo” para despertarlo, dijo el precandidato presidencial liberal, Mauricio Villeda. Dijo que pasan muchos problemas en el país, sobre todo en materia de inseguridad y corrupción, pero el mandatario no actúa.
Expresó que su bandera de lucha es por adecentar el Estado y con ello devolverle al pueblo hondureño la confianza en sus instituciones y autoridades.
“Tenemos un presidente de la República medio dormido, hay que sacudirlo en las próximas elecciones primarias”, expresó el precandidato presidencial.
“Cuando la decencia está en el gobierno, la corrupción desaparece”, expresó, para enseguida lamentar que hay precandidatos liberales a diferentes cargos que van por la reelección que vitorean en voz baja la corrupción.
“Hay muchos aspirantes que de manera cobarde critican el flagelo de la corrupción pero, que en el fondo de sus corazones dan ¡vivas por ella!”, afirmó.
“Y todo”, prosiguió, “para continuar siendo influyentes y más ricos, para seguir robándole al Estado y para seguir ayudando a determinado grupo de personas”.
En ese sentido -y convencido de que Honduras merece ser transformada con funcionarios decentes y capaces- Villeda dijo que ya no es tiempo de decir: “¡Me equivoqué”.
A criterio del precandidato presidencial, el elector, además de elegir, estará también castigando “a quienes no merecen el voto popular por corruptos e inoperantes”.
Reiteró Villeda la imperiosa necesidad de que los liberales villedistas en particular voten en “plancha” el día de las elecciones. Es decir, que no crucen el voto. Que voten en función de que sus precandidatos a alcaldes y diputados postulados en los tres niveles electivos resulten favorecidos.
Caso contrario, “si no hay diputado liberales en el Congreso Nacional de La República no habrá quien apoye nuestras decisiones de búsqueda de cambio para Honduras”.
El político liberal manifestó su compromiso de que al gobernar el país, devolverá el voto de los hondureños en obras sociales y con legislación decente tal y como lo hiciera su padre, el exgobernante Ramón Villeda Morales (1957-1963).