Honduras

Seis niños y dos adultos quemados por pólvora en Honduras

Dos menores y un adulto perdieron dedos de sus manos y un joven resultó con sus ojos afectados

26.12.2019

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- En la sala de emergencia de un hospital terminó la Navidad para seis menores de edad y dos adultos que en su afán de quemar pólvora resultaron con fracturas y amputaciones.

En el caso de los niños, lamentablemente todos perdieron de uno a cuatro dedos de sus manos por no medir el riesgo y no tener la supervisión de sus padres.

Los primeros reportes llegaron desde la sala de emergencia del Hospital Materno Infantil de Tegucigalpa. Ahí con la amputación de tres dedos de su mano: meñique, anular y dedo medio, Sebastián Edgardo Álvarez (14), pasó la peor Navidad de su vida. La desgracia le llegó al adolescente por manipular un potente envoltorio con pólvora conocido popularmente como “cebolla” que de paso le causó una fractura.

ADEMÁS: Muere hijo del exalcalde de Gualcince al caer a un zanjo con su moto

Mientras lo atendían, ingresó en otra camilla José Alejandro Calderón Rodríguez (11), originario de Danlí, El Paraíso. Este niño también perdió un dedo por prenderle fuego a un potente mortero.

Por su parte, al Hospital Mario Catarino Rivas en San Pedro Sula ingresaron cuatro personas: dos niños y dos adultos que resultaron con graves lesiones en sus extremidades superiores por la manipulación de pólvora.

Los primeros tres llegaron procedentes de Omoa, el menor responde al nombre de Bryan Raúl Herrera (14), quien recibió un fuerte impacto en su mano derecha, mientras Johnny Oswaldo Torres (27) sufrió la explosión de un mortero en su rostro que le ocasionó quemaduras de tercer grado en su ojo derecho.

El tercero ingresó con daños leves y abandonó el lugar de manera rápida luego de recibir asistencia médica. Por su parte, desde Santa Cruz de Yojoa llegó un pequeño de ocho años que perdió su mano.

La desgracia de la pólvora también asomó la zona occidental del país, cuando un adolescente de 17 años perdió tres dedos de su mano derecha al estallarle un mortero que pretendía reventar.

Mientras en el Hospital de Occidente, Santa Rosa de Copán, un pequeño de ocho años resultó con quemaduras cuando jugaba con lo que para los padres era un inofensivo volcán.

DE INTERÉS: Nueva masacre deja tres personas muertas en Baracoa, Cortés