Tegucigalpa, Honduras.- La precandidata presidencial del partido Libertad y Refundación (Libre), Rixi Moncada, calificó que la caminata convocada por las iglesias Católica y Evangélica programada para el próximo 16 de agosto tiene un trasfondo político.
"El verdadero rostro de esta caminata es político, es impedir que continúe el cambio y la refundación, y detener a esta mujer que se niega a arrodillarse ante el poder de las 10 familias y los 25 grupos económicos", escribió Moncada en sus redes sociales de Facebook y X.
Asimismo, señaló que mientras la Conferencia Episcopal de Honduras y la Confraternidad Evangélica de Honduras organizan el evento a pocos meses de celebrarse las elecciones generales, "en paralelo se crea una campaña difamatoria descalificando nuestra organización política, pacífica y democrática; y diciendo que en mi gobierno voy a cerrar las iglesias".
La exministra de Finanzas y Defensa continuó diciendo que las iglesias "se están prestando a un acto de injerencia política para beneficiar a los partidos que gobernaron 130 años (refiriéndose al Partido Nacional y al Partido Liberal), encubrir los empresarios que no pagan impuestos, y a los líderes religiosos que apoyaron o guardaron silencio ante los crímenes de lesa humanidad, asesinatos y torturas ejecutadas durante el golpe de 2009 y los fraudes de 2013 y 2017".
Moncada concluyó su mensaje asegurando que "a mí me mueve mi amor sincero por el pueblo y junto a él seguiré asistiendo a las iglesias, reafirmando con respeto mi profunda fe en Dios y en Cristo como lo aprendí desde niña y como creyente e hija genuina de esta tierra".
Las palabras de Moncada surgieron a raíz de que la diócesis de Choluteca condenara que la presidenciable ingresara el pasado 2 de agosto a la parroquia Santa Cruz ubicada en Amapala, Valle.
De acuerdo a un comunicado escrito por el párroco Carol Jonathan Hernández, la visita de Moncada, quien llegó acompañada del diputado Fabricio Sandoval, se realizó sin su presencia debido a que él tenía una mision en otra comunidad.
Moncada conversó con un grupo de personas quienes le expusieron dificultades que atraviesa un centro educativo, por lo que la política se comprometió a apoyar su situación mientras era grabada por las cámaras de la televisora estatal Canal 8.
Ante ello, el párrafo consideró que se realizó propaganda política en el templo sin autorización alguna, lo cual "viola el respeto y la neutralidad que debe mantenerse en este espacio sagrado".
En ese sentido, exigió una disculpa pública por parte de los miembros del partido Libre "por respeto a esta comunidad y al carácter sagrado del templo".
Desde que las iglesias Católica y Evangélica anunciaron la caminata, dirigentes de Libre y funcionarios públicos han manifestado que participarán en la marcha, pese a que ambas instituciones religiosas pidieron respetuosamente no politizar el evento en pro de la paz y democracia del país.
Entre los políticos que han mencionado que harán acto de presencia, figura Fausto Cálix (director de Aduanas), Gerardo Torres (vicecanciller de Política Exterior), Melvin Cevallos (coordinador de los colectivos de Libre) y Miguel Briceño (comisionado presidencial de Reforestación y Cambio Climático.
Este último entró en controversia al sugerir que se le debería retirar la personería jurídica a la Confraternidad Evangélica luego de que su presidente, el pastor Gerardo Irías dijera que "no hay cosa más triste que darle poder a un pobre y no es que diga que son pobres, no, pero darle poder a un pobre es lo peor que hay. Decía mi abuelo que la derecha es polilla y la izquierda es polilla, pero la izquierda arrasa hasta con el cemento, esa arrasa con todo".
Esto causó molestia en la militancia de Libre. No obstante, Irías aclaró que por la palabra "pobre" se refería a aquellos que carecen de capacidad para gobernar.
"Hay dos tipos de pobres, el pobre espiritual y el pobre material. Cuando usted habla de dar el poder a un pobre, hablo de un pobre que no tiene la capacidad todavía porque no está preparado para gobernar", declaró.
Agregó que ser pobre no es un delito, pero que es un problema que alguien que no está en condiciones para ejercer el poder gobierne al país.
"La señora presidenta sabe que siempre la hemos respetado a ella, en ningún momento el gobierno actual se ha metido con la iglesia y no creo que las palabras vayan a venir a desmoronar un gobierno o hacer cosas que le vayan a traer repercusiones", comentó.