Nuevos árboles de marañón han comenzado a cobrar altura en diferentes parcelas del departamento de Choluteca.
Los nuevos árboles prometen generar mayores cosechas y a su vez mejores utilidades para las familias que se dedican a la venta de la fruta, pero en mayor escala de las semillas.
Y es que desde el Pacífico salen miles de libras de la semilla de marañón rumbo a los Estados Unidos y Europa.
La renovación de las plantas se ha realizado en cuatro municipios de los departamentos de Valle y Choluteca, entre ellos San Lorenzo, Langue, Namasigüe y El Triunfo.
El proyecto del cambio de las plantaciones se ha desarrollado en un 50 por ciento.
José María Nieto, encargado del plan, dijo que a la fecha se han resembrado 2,000 hectáreas de marañón. “Se ha plantado una especie que es de mayor rendimiento y produce en menor tiempo”, manifestó Nieto.
Se contempla que con las nuevas plantas se producirán entre 10 y 12 quintales de nuez de marañón por manzana con un incremento del triple de la producción que se genera en la actualidad.
El mejoramiento de las fincas de marañón se ha ejecutado a través del Programa de Desarrollo Rural Sostenible para la Región Sur (Emprendesur) con fondos de FIDA, BCIE OFID y el gobierno de Honduras. Se cuenta con un presupuesto de unos 14 millones de lempiras.
El proyecto se ha desarrollado con los productores independientes. Unas 2,500 familias han sido beneficiadas.
El gerente de Emprendesur, Arturo Oliva, manifestó que son ocho empresas campesinas que trabajan en el rubro, las que están involucradas en el proyecto.
La máxima autoridad de Emprendesur dijo que las plantas procesadoras de marañón aún disponen de un 55 por ciento de oportunidad laboral.
Microempresas
El asesor de la empresa de marañón La Sureñita, Henry Gudiel, explicó que se presentaron los planes de manejo de tres cooperativas que en la actualidad forman parte del programa.
La Cooperativa Regional de Producción Agropecuaria La Sureñita Limitada (Coreprosul), está integrada a su vez por tres microempresas más, una en Azacualpa y dos en Namasigüe. La organización obtuvo su personería jurídica en 1992 y desde hace 17 años realizan exportaciones hacia Europa y Estados Unidos.
La Coreprosul cuenta con más de 130 socias y generan trabajo para otro porcentaje similar de mujeres de la zona, en su mayoría madres solteras.
Al englobar a todos los que participan en la cadena de producción que inicia desde el corte, cocimiento, clasificación y empaque, se estima que unas 2,000 personas se benefician a través de Coreprosul.
La agrupación de mujeres cuenta con cinco plantas procesadoras de la semilla de marañón. La inversión por cada centro de clasificación, extracción y empaque ha representado más de 1,000,000 de lempiras.
Las socias trabajan en base a préstamos, pues siempre cumplen con los pedidos solicitados durante el año.
Desde estos lugares se envían unos 2,200 quintales de semilla de marañón hacia Alemania, Bélgica y Francia.
Se exportan en promedio unas 200,000 libras de nuez y pulpa de la fruta.
Unas 420 hectáreas de terreno plantadas con árboles de marañón sirven para surtir a las microempresas.
Los mercados nacionales también se surten con el producto, pues se envían pedidos a Comayagua, Siguatepeque, Tegucigalpa y San Pedro Sula.
El beneficio económico que logra cada una de las mujeres que se involucran en las faenas de las cooperativas es significativo, ya que aunque se trabaja por hora, la remuneración siempre es mayor al salario mínimo rural.
