La vida de José Terencio Rodríguez, de 76 años, ha sufrido cambios significativos en los últimos días.
El 5 de enero de este año, el septuagenario ingresó al asilo de ancianos San Judas Tadeo, tras ser internado por uno de sus sobrinos.
Rodríguez, originario y residente, hasta su ingreso, en el municipio de Güinope, nunca tuvo hijos, a pesar de que estuvo casado.
Don Terencio, (como le gusta que le llamen) aseguró que al llegar al lugar siente que volvió a ser útil y es que suele acompañar a sor Carmen Ponce, directora del centro, a hacer las compras que realiza en el mercado local. “Siempre que necesiten de mi ayuda, yo estoy en la mejor disposición de participar, siempre y cuando mi edad me lo permita”, comentó el entrevistado.
Don Terencio forma parte de los 26 abuelos que viven en el asilo. La religiosa explicó que se ha programado la telerradiomaratón para la compra de diferentes insumos, cambio del sistema eléctrico y ropa para los abuelos.
La meta a recaudar son 200,000 lempiras.
“En fecha reciente realizamos una rifa para recaudar fondos y cambiar el sistema eléctrico, pero los fondos que logramos recoger no fueron suficientes, ya que el proyecto requiere de una inversión superior a los 200,000 lempiras”, reconoció la religiosa.