El gobierno de Honduras rindió homenaje póstumo al embajador Alejandro Valladares Lanza, quien por más de 20 años fungió como jefe de misión diplomática en el Vaticano.
El acto tuvo lugar en la sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores, en la capital de Honduras, donde las autoridades nacionales concedieron a título póstumo, la condecoración de la Orden “Francisco Morazán” en el Grado de Gran Cruz Placa de Plata, al embajador Valladares Lanza.
'El embajador Alejandro Valladares Lanza fue un destacado diplomático que representó con honradez al país en el exterior', señaló la cancillería de Honduras en un acuerdo entregado a los familiares del diplomático.
Por su parte, la canciller Mireya Agüero destacó la participación del embajador Valladares en la vida diplomática de Honduras, la cual 'marcó historia'.
'Estamos despidiendo solemnemente a un hombre excepcional, el embajador ha dejado una huella imborrable representando con dignidad y gran orgullo a nuestro país ante la Santa Sede, desde 1990, alcanzando el honorífico cargo de Decano del Cuerpo Diplomático, el que desempeño con toda eficiencia hasta su regreso al suelo patrio', manifestó.
A la vez, manifestó que 'con él se rompe la tradición de que solamente los representantes de las grandes potencias podían llegar a ocupar la Decanatura, pero él demostró que no era necesario ser el enviado de una nación poderosa para alcanzar esa distinción, fue así, como por el paso del tiempo don Alejandro fue convirtiéndose en una referencia entre los diplomáticos de tantas naciones, cleros y culturas que están acreditados ante la Santa Sede'.
El embajador Valladares fue acreedor de importantes reconocimientos, entre ellos “Gran Cruz de la orden de Pio IX” otorgada por su Santidad el Papa Juan Pablo II, Gran Maestro de la Orden de Malta, Gran Cruz de la Orden “Pro Mérito Melitensi”, entre otros.
