Esta es la percepción de algunos diputados en el Congreso Nacional donde se analiza una iniciativa que pretende que la ENEE se divida en tres empresas estatales destinadas a la gestión eléctrica en los campos de generación, transmisión y distribución. La ENEE quedaría como la entidad matriz, titular de la estructura accionaria de las tres empresas antes referidas.
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Esta propuesta se hace con base en una legislación desfasada, sostuvo el diputado liberal Juan Carlos Elvir. El desajuste de una legislación ahora “nos está pasando factura”. Han ido despedazando la ENEE, “regalando la carne y ahora que nos quedamos solo con los huesos, quieren partirla, a tal grado que lo que estamos dividiendo es nada. Nada a favor del pueblo”, sostuvo Elvir.
Para Miguel Aguilar, presidente del Sindicato de Trabajadores de la ENEE (STENNE), se trata de una división de tres empresas estatales con un modelo de gestión y operación estatal que pueda competir con cualquier privado.
“El temor de varios diputados es que se dejen fisuras para que posteriormente a estas empresas entren terceros a realizar jugosos negocios”, advirtió.
Por su parte José Morán, titular de la Comisión Reguladora de Energía Eléctrica (CREE), lamentó en Twitter las críticas para que se autorice a las nuevas empresas subsidiarias a suscribir contratos de compra venta de energía. “En ningún lado del decreto se habla de subastas o de traspasar activos a otros actores. Las centrales generadoras seguirán siendo propiedad del Estado”, dijo.
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