Honduras

Pancitas Felices asiste a más de un centenar de pequeños en Choluteca

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12.10.2017

Las Marías, Honduras
Unas 10 vigas de madera sostienen un techo de lámina, piso de cemento y dos rústicas bancas de madera, estructura suficiente para acoger a 125 niños que cada sábado reciben alimento.

En estas condiciones se trata de vencer la desnutrición que presentan un alto porcentaje de los pequeños de la comunidad de Las Marías, San José, en el departamento de Choluteca.

Los niños durante los últimos cuatro años han recibido un almuerzo nutritivo a través de Pancitas Felices, como se le llamó al comedor infantil, el cual en la actualidad forma parte de la Fundación Javier (Funjavi).

Magdalena Guerrero, que desde su fundación ha coordinado la entrega de las ayudas, informó que además de ofrecerle un plato de alimentos a la semana a los niños, una vez al mes se les entrega una provisión a las familias de los infantes.

“Son 95 familias a las que les entregamos las raciones de alimentos, además les hemos entregado zapatos, ropa, mochilas, entre otros insumos, con el fin de borrar algunas de las necesidades que poseen”, dijo Guerrero.

Las ayudas que han recibido los habitantes de la comunidad han sido obtenidas a través de los miembros de la iglesia Servidores de Jesús, ubicada en la entrada a la colonia Altos de Loarque, de la capital.

Pero a partir de ahora tendrán el apoyo de Funjavi, quienes desde ya buscan lograr un terreno y luego gestionar los fondos para construir un local adecuado para la atención de los pequeños.

Javier López, titular de Funjavi, informó que luego de conocer las condiciones de las familias de la localidad no han dudado en aceptar el reto de absorber la labor del comedor infantil y, por ende, de encargarse del sostenimiento. “Los niños de la comunidad presentan desnutrición, esto es lo que nos ha motivado para tratar de ayudarles”, dijo López.

Por su parte Erick Ortiz, médico contratado por la Alcaldía Municipal, aseguró que la mala alimentación de los niños les ha desencadenado la desnutrición.

“Las enfermedades más comunes en los pobladores son las diarreas y las enfermedades respiratorias”, agregó Ortiz.

Solicitan un hogar

Siete integrantes conforman la familia Godoy-Villalta, quienes no tienen una vivienda, solo un terreno donado por uno de sus parientes.

En el predio han logrado apenas armar una galera. “Con mis manos he logrado hacer esto, vengo luchando desde marzo, pero la falta de recursos económicos me impiden avanzar”, expresó Facundo Godoy, de 50 años, jefe del hogar. El padre de familia pide a las autoridades del gobierno central apoyarle con una vivienda digna.