Honduras

Negar los avances

14.07.2017

Las cifras sobre violencia no mienten. Al cierre de 2005, Honduras tenía una tasa de homicidios de 33 por cada cien mil habitantes y a finales de 2009 la violencia se había duplicado hasta llegar a 67 muertes. El pico máximo se alcanzó en el gobierno de Lobo Sosa, donde llegó hasta 89 muertes.

El 2016 se cerró con 58 muertes por arma de fuego y hoy estamos casi 10 puntos abajo.

Acabo de leer una entrevista en el sitio El pulso.hn, es un testimonio de un narcotraficante hondureño quien afirma que “en el gobierno de Zelaya Rosales nadie se metía con nosotros”.

En otras palabras, se dejó hacer lo que el crimen organizado de las maras y narcos querían. Hoy la oposición se lamenta y critica cuando hay un homicidio o una masacre, nada dicen de cómo fue que llegamos a esta lamentable situación.

Hace pocos días se dio a conocer el informe del Índice Global de Paz. Entre algunas variables o indicadores que se toman en consideración están los niveles de conflictos internos, criminalidad percibida en la sociedad, número de desplazados por unidad de población, posibilidad de actos terroristas (extorsiones), número de homicidios, entre otros.

Ese informe ubica a Honduras en la posición 106 de 163 países evaluados, mejorando cinco escalones, ya que en 2016 ocupaba el ránking 111, y superando a países como El Salvador (posición 115), Guatemala (117), Brasil (108), México (142), Estados Unidos (114) y Venezuela (143).

No obstante estas cifras, hay candidatos presidenciales que se obstinan en negar que el país ha avanzado en la mejora en seguridad, aunque es obvio que sigue habiendo muertes violentas, pero ya no como sucedía en los dos gobiernos anteriores.

Cuando una parte de la oposición sistemáticamente niega los avances en materia de seguridad eso genera preocupación, quiere decir que no están de acuerdo con lo que se está haciendo y que, de llegar al poder, desbaratarán la actual estrategia y quizá volvamos a lo que el narco dice en la entrevista de El pulso.hn que “nadie se meta con nadie”.

Aún no he escuchado la propuesta de seguridad de Nasralla ni de Zelaya Medrano. Como ciudadano me preocupa que retrocedamos y volvamos a la barbarie que teníamos en el pasado.