Más de 550 mil niñas en edades de 5 a 18 años no tienen la oportunidad de estudiar en Honduras, según se detalló en el informe Estado Mundial de las Niñas 2012.
En la conmemoración del Día Internacional de la Niña, autoridades del Ministerio Público, miembros de Plan Honduras y asociaciones de protección de la niñez, dieron a conocer las cifras donde Honduras resalta como uno de los países en los que las niñas enfrentan diversos obstáculos para tener acceso a la Educación.
En el informe se agrega que a nivel mundial hay 75 millones de niñas que no están escolarizadas, específicamente en Honduras un total de 550,110 niñas no tienen oportunidades educativas.
En el documento se incluyó algunas de las razones por las que las niñas no asisten a la escuela, entre las que se destacan: el embarazo temprano o adolescente, la violencia por causa del género, la deficiencia en la salud y nutrición, la carga del trabajo doméstico y del cuidado de otros niños y niñas.
La falta de educación,agrega el documento, puede aumentar los índices de violencia de los que son víctimas las mujeres y niñas.
Los datos de la investigación realizada por Plan Honduras revelaron que las mujeres de 11 de los 14 países analizados, que habían recibido educación secundaria o superior, fueron menos propensas a sufrir de violencia.
Según José Manuel Capellín, director de Casa Alianza, la situación de las niñas en el país en crítica, ya que existen diversas formas de explotación que no son controladas.
“Por ejemplo, hay cerca de 20 mil niñas que están en servicio doméstico a nivel nacional, niñas que están viviendo en una casa, que son las primeras que se levantan y las últimas que se acuestan, que no van a la escuela, que no pueden gozar de su infancia porque tienen que trabajar”, manifestó Capellín.
“Además, podemos hablar de 1,800 niñas que van a la emigración y van solas o con un grupito de niños, si las mujeres adultas hablan que a lo largo de la ruta hay violencia sexual, qué no les pasará a las niñas”.
El defensor de la niñez aseguró que en el país aún existen prácticas antiguas, en las que las niñas son obligadas a contraer matrimonio con adultos.
“Seguimos viendo niñas de 12 y 14 años que las casan con personas mayores, que al final de cuentas las usan como esclavas laborales y sexuales, el robo de niñas es muy común y todos lo ven normal”, explicó.
Capellín aseguró que la problemática no cambiará hasta que los hondureños no vean con normalidad las situaciones de explotación.
“La situación no es la mejor, a pesar de que hay esfuerzos gubernamentales, el gran problema nuestro es que nos hemos acostumbrado, vemos niñas de 12 años que van a los hospitales a parir y lo vemos como que no pasa nada, en eso tenemos que hacer una reflexión, hay que cambiar el disco duro de los hondureños”, comentó.