San Juan Arriba, El Corpus, Choluteca.
Sumidos en la angustia, desesperación e impotencia se encuentran las familias de los once mineros que el pasado miércoles quedaron soterrados en una mina al colapsar uno de los polines.
La historia de estos mineros, de diferentes edades es similar, la falta de oportunidades de trabajo, la pobreza de la zona y la necesidad de suplir las necesidades de sus familias son los motivos para exponer la vida al trabajar en la mina artesanal, que el pasado miércoles se convirtió en su trampa mortal.
A más de 48 horas de estar bajo la tierra, los familiares han convertido los alrededores de la mina en un centro de oración.
La plegaria es la misma: “Dios, permite que regrese con vida”. Esposas, madres, hijos, otros parientes y amigos se han apostado junto a los cuerpos de socorro para continuar con las labores de rescate.
Los familiares coinciden en que los ahora soterrados estaban conscientes de los peligros que corrían estando dentro de la mina, pero la necesidad de llevar alimentos a su familia fue más fuerte que cualquier temor.
Las víctimas del colapso de la mina
Olvin Anduray
edad: 20 años
Originario y residente en la comunidad de Piscagüa, El Corpus, Choluteca.
Su hermana Mayra Hernández relató que Olvin trabaja en la mina hace dos meses y lo hace para suplir sus necesidades y ayudar a su familia. Comentó que a pesar de exponer su vida, Olvin trabaja en ese lugar porque es la única fuente de ingresos que tienen, ya que no se encuentran otro tipo de trabajo.
Florentino Anduray
edad: 25 años
Originario y residente en la comunidad de Piscagüa, El Corpus, Choluteca. Es hermano de Olvin y al igual que él trabaja en la mina desde hace dos. Florentino es padre de dos niños de 3 y 7 años por quienes trabaja arriesgando su propia vida, dijo su hermana Mayra Hernández. La esposa de Florentino no llegó al lugar debido a que se tuvo que quedar al cuidado de sus dos hijos.
Santos Emilio Núñez
edad: 42 años
Originario y residente de Piscagüa. Santos es padre de cuatro menores con edades de tres meses, 9, 13 y 15 años. Su esposa Aleyda Maradiaga dijo que a diario él expone su vida al trabajar en la mina para darle a sus hijos todo lo necesario. Con sus hijos en brazos relató que su esposo caminaba una hora y media para llegar a su trabajo y que no podía faltar, ya que era el jefe de los mineros.
Wilmer Ramírez
edad: 22 años
Originario y residente de la comunidad de Piscagüa.
Su tío Narciso Ramírez dijo que el joven trabaja en la mina desde hace 9 meses. Relató que con su sueldo diario, que es de 250 a 300 lempiras, compra sus cosas y al mismo tiempo ayuda a su madre y hermanas. Por su parte, su hermana Hermelinda dijo que tiene la esperanza puesta en Dios de que su hermano saldrá sano y salvo y esto será un mal recuerdo.
Arony Faustino Zepeda
edad: 23 años
Originario y residente en la comunidad de El Zapotal, tiene nueve meses de trabajar en la mina.
Su madre Martha Gómez dijo que su hijo es padre de un bebé de once meses. Aseguró que con el dinero que gana como minero sostiene a su esposa e hijo y además le ayuda a ella. Lo describió como un hijo ejemplar y le pide a Dios que se lo regrese con vida.
Edwin Geovany Martínez
edad: 17 años
Originario y residente en la comunidad de El Zapotal. Su madre María Martínez dijo que su hijo menor trabaja en la mina desde hace nueve meses y que estaba ahorrando para poder seguir estudiante, ya que anhela convertirse en profesional universitario. La mujer relató que en cada momento pide a Dios volver a abrazar al menor de sus hijos, quien por no encontrar otro tipo de trabajo decidió arriesgar su vida.
Óscar Javier Fúnez Gúnera
edad: 18 años
Originario y residente en la comunidad de El Cerrón, Concepción de María, Choluteca. Su padre, Oscar Fúnez, dijo que su hijo trabaja en la mina desde hace dos meses y con su sueldo se costea sus artículos personales. Óscar Javier es soltero y vive con su madre a quien también ayuda. Fue el único trabajo que encontró debido a que solo estudio la educación primaria. Dijo que se encontraba en El Salvador cuando recibió la noticia.
Santos Felipe López
edad: 40 años
Originario y residente en la comunidad de El Cerrón, Concepción de María. Su hijo Josué López, de 16 años, dijo que su padre trabaja en la mina desde hace un año. Con su sueldo mantiene a su esposa y ocho hijos con edades entre uno y 16 años. Comentó que gracias al esfuerzo de su padre estudia el noveno grado. Para llegar hasta la mina Santos hace un recorrido de dos horas con 20 minutos, por lo que su jornada comienza a las 4:00 AM.