Una plaga de ratas se atiborra diariamente de marihuana que está depositada en sacos y cajas como evidencia en almacenes del Ministerio Público (MP) en la capital.
El HERALDO obtuvo evidencia gráfica de los destrozos que los roedores causan en una de las bodegas del MP en donde están depositadas centenares de pruebas, algunas de las cuales todavía se requieren presentar en procesos judiciales.
Los animales probaron la hierba y se volvieron adictos y por eso buscan afanosos las cajas y sacos en donde está el alucinógeno, como si se tratara de una comida bufet que está disponible por los pocos controles que hay para resguardar estas sustancias y el resto de pruebas.
Decenas de cajas y bolsas de papel manila o plásticas presentan grandes orificios realizados por el continuo roer de las ratas en busca de la sustancia, lo que ha generado que haya un continuo regadero de marihuana en el almacén.
Esto también hace que se destruyan los documentos donde se registra la cadena de custodia efectuada durante el manejo de la droga, desde su decomiso, embalaje y hasta el almacenaje.
Cuando las ratas buscan la marihuana, rompen con sus dientes bolsas o cajas en donde están otro tipo de evidencia, lo que pone en riesgo que las autoridades acepten las mismas como carga probatoria en un juicio.
Así acaba de ocurrir en el juicio que se lleva en los tribunales de sentencia contra la banda de Los Osorio, sindicados como los responsables del secuestro y posterior asesinato del periodista Alfredo Villatoro.
Durante el juicio, los fiscales salieron con la excusa y justificación de que las ratas habían dañado unas evidencias.
El daño
En ocasiones, los depósitos no están rotos, pero sí embadurnados de heces y empapados de orina, algo que también genera daños en la cadena de custodia.
El Ministerio Público cuenta con cinco almacenes en el Distrito Central, tres de los cuales están en el sector de Los Laureles, uno dentro de la sede de la Fiscalía General y uno en el Centro Integrado, en el barrio Los Dolores.
Existe un pequeño depósito de pruebas en el edificio que alberga la Fiscalía Especial contra el Crimen Organizado.
La droga decomisada que se lleva a los almacenes ya fue periciada, es decir que se extrajo una muestra para documentar científicamente que se trata de una sustancia ilegal y esa muestra, con los dictámenes respectivos, es la que sirve de prueba en un juicio.
Esto indica que innecesariamente se llevan a los almacenes del Ministerio Público el resto de droga que no será usada en los procesos criminales y, ahora, solo sirve para engordar a las adictas ratas que se hartan a sus anchas.
El Código Procesal Penal dice que cuando una droga es decomisada y se ha documentado su existencia real para registrar una prueba en juicio, el resto se tiene que destruirse.
La cantidad de droga que se incinere debe ser igual a la que se decomisa, pero al haber sido devorada por las ratas y destruido su embalaje hay menos marihuana y eso puede generar un conflicto legal.
De igual manera, cuando las ratas destruyen los depósitos de marihuana la riegan y no se sabe cuál es la droga que corresponde a cada bolsa o caja.
EL HERALDO supo que una brigada de la Secretaría de Salud colocó veneno en uno de los almacenes del MP como cebo para matar a las ratas, pero no fue suficiente para exterminarlas.
La problemática de la invasión de ratas en los almacenes ha sido de conocimiento de las autoridades del Ministerio Público, pero poco o nada han hecho para solucionar este
grave problema.
Ahí viene la plaga…
La Junta Interventora del Ministerio Público había comenzado un proceso para depurar los almacenes, pero esto no se concluyó porque se acabó su período y se nombraron nuevas autoridades en septiembre de 2013.
“Estábamos iniciando un proceso para mejorar el sistema de control de evidencias, se nombró un equipo, pero no pudimos terminar esa labor”, dijo uno de los exinterventores que pidió no revelar su nombre.
No obstante, el fiscal general Óscar Chinchilla, y el fiscal adjunto, Rigoberto Cuéllar, tampoco han mostrado interés por erradicar la plaga.
EL HERALDO llamó al fiscal adjunto para consultarle sobre cuándo se planificará resolver esta grave problemática, pero en su teléfono celular solo respondía un mensaje de grabación.
Otro grave problema que se presenta en los almacenes de evidencias es la filtración de agua que hace que algunos medios de prueba se dañen.
Por ejemplo, hay un lote dentro de un cargamento de zapatos deportivos que se arruinó debido a la humedad a la que estuvo expuesta.
La custodia de las evidencias se ha convertido en un flanco débil para el Ministerio Publico porque no solo se deterioran, sino que ha habido algunos saqueos de estos artículos.
La semana pasada fueron hurtadas del escritorio de un fiscal de Derechos Humanos cuatro armas que él había ordenado poner en ese lugar para evitar que se las robaran del almacén de evidencias de San Pedro Sula.
Estas armas son pruebas de convicción de un juicio en contra de policías, pues los elementos las tenían asignadas y las habrían usado para cometer un ilícito. La Fiscalía comenzó una investigación de este caso.
De un almacén de evidencias también fueron sustraídas decenas de cajetillas de cigarrillos decomisados que iban a ser incinerados.
Pero los casos de robos de pruebas en los almacenes no son nuevos. En 2013 se reportó la desaparición de un lote de armas del Centro Integrado, pero el caso quedó en la impunidad.