Tegucigalpa, Honduras.- La justicia hondureña dictó este sábado un auto de formal procesamiento con la medida de prisión preventiva al exalcalde de El Paraíso, Copán, Amílcar Alexander Ardón, quien enfrenta una acusación por lavado de activos.
Ardón, capturado a inicios de la semana anterior al arribar al país en un vuelo de deportados procedente de Estados Unidos, fue señalado como líder del cartel “AA”.
Según investigaciones de la Dirección de Lucha Contra el Narcotráfico (DLCN), el cártel de "Chande" Ardón operaba desde 2003 traficando drogas y lavando millonarias sumas de dinero en la zona occidental de Honduras.
El exfuncionario, junto a sus hermanos, levantó un imperio de lujos: palacetes, vehículos blindados y fincas ostentosas, todo sustentado en ganancias ilícitas, según los informes de la DLCN.
Durante los juicios en Nueva York contra el expresidente Juan Orlando Hernández y su hermano, el exdiputado Juan Antonio "Tony" Hernández, Alexander Ardón testificó bajo juramento que conspiró para asesinar a al menos 56 hondureños.
Entre ellos los reconocidos ciudadanos Julián Arístides González y Alfredo Landaverde, ambos símbolos de la lucha contra el narcotráfico en Honduras.
Sus declaraciones confirmaron la existencia de una alianza entre el crimen organizado y sectores del poder político que permitió la consolidación de un narcoestado.
Las autoridades financieras del Estado determinaron que los hermanos Ardón Soriano no cuentan con ninguna fuente lícita que justifique más de 50 millones de lempiras utilizados para adquirir propiedades y constituir empresas.
A lo largo de los años, Alexander Ardón forjó vínculos con capos de alto perfil como Joaquín “El Chapo” Guzmán y el guatemalteco Mario Ponce, estableciendo alianzas que expandieron sus operaciones criminales en la región.
Su relación con estructuras políticas y policiales de alto nivel también fue evidenciada durante el juicio del expresidente Juan Orlando Hernández en Nueva York.
Con la resolución judicial, Alexander Ardón enfrentará su proceso desde la prisión y sus abogados no descartan entablar un recurso de apelación con la finalidad de revertir el formal procesamiento, que es el camino a un juicio oral y público