La Iglesia Católica de Honduras
llamó este domingo a los fieles a buscar la verdadera felicidad
alejada de bienes y riquezas e invitó a los jovenes a acercarse a Jesús.
En la homilía, presidida por el padre Carlos Rubio en la Catedral San Miguel Arcángel de Tegucigalpa, el Catolicismo instó a los hondureños a reconocer los peligros de las riquezas
que alejan del camino hacia Dios y a seguir la experiencia de servicio al Creador.
'El tema del dinero aparece muchas veces en el Evangelio. La enseñanza de Jesús y sobre todo su ejemplo de vida, nos ayudan a situarnos también nosotros en el justo lugar en relación a los bienes de este mundo', dijo el religioso durante la Eucaristía.
Remarcó que 'Jesús no desautoriza de entrada el dinero ni a los ricos; pero sí pone en guardia del peligro que las riquezas pueden representar para la verdadera felicidad'.
Asimismo, recordó el pasaje bíblico que advierte que 'a los ricos, a los que confían en las riquezas, les va a resultar difícil...imposible, como a un camello pasar por el ojo de una aguja, entrar en el Reino' de Dios.
El mensaje también hizo referencia a la entrega y compromiso con la vida cristiana, mientras encerró un llamado a la juventud para seguir a Dios.
'En un mundo en que el ideal se sitúa en tener, en poseer, en enriquecerse de bienes materiales, los discípulos con el voto de pobreza relativizan su amor a los bienes para dedicarse con mayor agilidad a su colaboración con Cristo en la salvación del mundo. Prefieren perder algo para ganar lo principal', recordó Rubio.
Añadió que 'prefieren desprenderse de las cosas que puedan entorpecer su camino de discípulos de Jesús. Como tantos misioneros que lo dejan todo y se marchan a tierras donde no tienen ningún seguro de subsistencia. O como tantos jóvenes que dejan la familia y sus posibles y prometedoras carreras para entrar en un Seminario y aceptar la vocación a la vida de ministros ordenados en la comunidad cristiana'.
'Una experiencia de ese ciento por uno que promete Jesús la tienen tantos cristianos, clérigos, religiosos y laicos, que entregan sus mejores energías a trabajar por el Reino de Dios, y saben lo que es la generosidad de Dios incluso en este mundo', concluyó.