El dolor de la madre era indescriptible al ver salir de la morgue del hospital Materno Infantil a la joven que 17 años atrás trajo al mundo.
Se trata de Larissa Regina Martínez Ortega, quien falleció ayer en la sala de Emergencia de Pediatría tras complicarse su condición de salud durante su hospitalización en la sala de Nefrología Pedriátrica. La menor era originaria de Cofradía, Cortés, y residía en la colonia Miramontes de aquella localidad.
A criterio de su progenitora, María Atilia Ortega, la menor murió por falta de medicamentos renales en el principal centro asistencial del país.
“Ella tomaba micofenolato y ciclosporina, esos son los antirrechazo (a un riñón trasplantado), pero desde hace cuatro meses no hay, solo para quince días le daban, después daban para cinco días... Pero ya desde el sábado no habían, ella se llenó de toxinas y hoy se me murió”, lamentó la madre de la menor.
La adolescente recibió un trasplante de riñón hace tres años, pues se habían deteriorado sus dos riñones y recibía hemodiálisis desde hacía varios años antes de la cirugía.
Los familiares de la menor culpan a las autoridades sanitarias por la falta de medicamentos, hecho que denunciaron los padres de familia de los 31 niños y niñas trasplantados.
El riesgo lo siguen corriendo los restantes 30 menores, incluyendo Sonia Álvarez, una menor de 16 años a quien su padre le donó un riñón el martes pasado.
La propia jefa de Nefrología Pediátrica, Carolina Rodríguez, luego del trasplante de álvarez, dijo que “solo hay medicamento para Sonia para 10 días”.
Resultado de autopsia
El director del hospital Escuela, Marco Molinero, dijo que la muerte de la menor se produjo por “un edema agudo pulmonar, pero aún falta un estudio de para determinar la causa de la muerte”.
La menor horas antes de fallecer fue entubada, y se conectó a un respirador artificial, pues tuvo complicaciones respiratorias. Una enfermera de la sala de nefrología pediátrica mencionó que la niña fue sacada de esta sala cuando se le complicó la respiración.
