El Poder Ejecutivo enviará al Congreso Nacional (CN) en enero el contrato de construcción del nuevo aeropuerto de Comayagua que se pretende establecer en la base Enrique Soto Cano de Palmerola.
El contrato ya se encuentra en un proceso de revisión final entre la Comisión para la Promoción de las Alianzas Público Privadas (Coalianza) y Casa Presidencial.
El documento contiene todos los detalles del diseño, construcción, financiamiento, operación y mantenimiento del nuevo aeropuerto de Comayagua, cuyo monto ronda los 107 millones de dólares, más de 2,000 millones de lempiras en una primera etapa.
La construcción de la nueva terminal será adjudicada mediante un proceso de licitación internacional cuyas bases ya fueron adquiridas por al menos 10 empresas de países como Estados Unidos, Colombia, Chile, China, Honduras y otras.
Según Carlos Pineda, comisionado de Coalianza, de las 10 empresas que adquirieron las bases de la licitación hay cuatro que han mostrado un interés real de llevar a cabo el proceso de construcción de la nueva terminal aérea.
El proyecto Palmerola se pretende materializar a través de una concesión y contempla la construcción de una área terminal para la aviación comercial en la zona oeste de la pista (2,440 metros), es decir, al otro lado de la base militar.
Torre
La obra contempla la construcción de una torre de control de uso civil, dos calles de rodadura para conectar la plataforma con el resto del campo de vuelos y una plataforma de estacionamiento de aeronaves.
También contempla la urbanización del área para la construcción de hangares y otros edificios auxiliares, un edificio de terminal de pasajeros, una terminal de carga y un acceso a la terminal desde la carretera CA-5.
Según el gobierno, el proyecto no afectará las operaciones de la Fuerza de Tarea Conjunto Bravo de los Estados Unidos, que desde hace varios años opera en la zona.
La semana anterior el presidente Porfirio Lobo dijo que los alcances del proyecto ya están siendo discutidos con el presidente electo, Juan Orlando Hernández, para garantizar que el contrato sea aprobado en la presente legislatura.
“Eso va al Congreso y el Congreso lo va a aprobar en esta legislatura, es una tema que se está hablando con el presidente electo... Eso de que Tegucigalpa no tenga un aeropuerto donde pueda entrar todo tipo de aeronaves lógicamente limita el desarrollo de Tegucigalpa”, indicó el gobernante.