Honduras

Empresarios de Estados Unidos quieren soluciones antes de hacer nuevas inversiones

Preocupados por la inseguridad jurídica en el Bajo Aguán. Sobre la criminalidad, la embajadora Kubiske dijo que “los hondureños están indignados y reclaman respuestas de su gobierno”.

07.04.2014

Los inversionistas de Estados Unidos aspiran a que el gobierno de Porfirio Lobo Sosa asuma un compromiso “fuerte y fluido” en materia de seguridad jurídica, especialmente en la zona del Bajo Aguán, dijo la embajadora Lisa Kubiske.

La jefa de la misión diplomática norteamericana concedió una entrevista al periódico digital Centinela Económico donde, entre otros tópicos, evalúa la situación de la tenencia de la tierra y los riesgos que se corren.

“Los inversionistas estadounidenses querrán ver un compromiso fuerte y fluido a un progreso continuo en estas áreas, así como a encontrar una solución a las disputas de tierras en la región norte del valle del Aguán, antes que ellos hagan nuevas inversiones o expandan sus inversiones existentes en el país”, afirmó Kibiske.

La polémica por la tierra ha provocado no solo inseguridad jurídica, sino una escalada de violencia que ha derivado en la muerte de unas 50 personas, entre campesinos, guardias de seguridad, militares, policías, jueces y personas inocentes. Esto se ha venido a sumar a la violencia que azota todo el país.

“Pienso que la severidad del problema de seguridad en Honduras está afectando a todos sus ciudadanos… pero esto se puede revertir si todos los sectores se unen para apoyar los esfuerzos del gobierno. Los ciudadanos hondureños están claramente indignados por esta situación y están reclamando respuestas de su gobierno”, puntualizó la embajadora.

Resaltó Kubiske que “la severidad del problema de seguridad en Honduras está afectando a todos sus ciudadanos. De acuerdo a las estadísticas recientemente publicadas por la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito, Honduras posee la tasa más alta de muertes en el mundo, con 82 asesinatos por cada 100 mil habitantes, pero esto se puede revertir si todos los sectores se unen para apoyar los esfuerzos del gobierno. Los ciudadanos hondureños están claramente indignados por esta situación y están reclamando respuestas de su gobierno”.

La encargada de la misión diplomática aspira a que, a corto plazo, Honduras ofrezca las condiciones de inversión apropiadas, con las garantías del caso, sin problemas de inseguridad ciudadana y jurídica. Dejó entrever que la cooperación estadounidense está asociada al progreso que en materia de seguridad ofrezca el gobierno.

En este contexto, “espero que cuando me toque salir de Honduras nuestra cooperación haya llegado a tener progreso a cada uno de estos objetivos”. Luego subrayó: “y que yo haya demostrado nuestro compromiso para una Honduras próspera, que beneficie a los hondureños y los estadounidenses. Espero que en los próximos años Honduras haya realizado cambios tangibles en todas estas áreas, con más gente trabajando en negocios más fuertes, disfrutando de una mejor calidad de vida y caminando en sus calles sin temor”.

Sin embargo, desde ahora Estados Unidos está colaborando con Honduras en su esfuerzo por ofrecer más seguridad.

“Hemos brindado entrenamiento a más de 300 miembros de la Policía de Fronteras de Honduras para aumentar su capacidad en la seguridad de las fronteras a través de la interdicción de armamento ilegal, narcóticos y la inmigración. USAID ha creado y equipado 25 centros de alcance comunitario formando jóvenes profesionales, bancos de empleo juvenil y otros proyectos de prevención de pandillas”, afirmó la embajadora.

El problema agrario en el Aguán

Ocupación
En diciembre de 2009, unas tres mil familias campesinas ocuparon más de veinte fincas cultivadas con palma africana, propiedad del inversionista agrícola Miguel Facussé.

Negociación
Sin consultar con el empresario, el gobierno llegó a un acuerdo con los campesinos, a quienes ofreció once mil hectáreas que se entregarían por partes.

Culminación
Después de prolongadas negociaciones, el gobierno y Facussé llegaron a un acuerdo sobre compraventa de las tierras, pero no le han sido pagadas al empresario agrícola.