El calor que agobia a los vecinos de Choluteca a lo largo del año es sofocado con el famoso chilate.
La bebida se consume en las calles y mercados de esta ciudad del sur de Honduras, en sitios donde grupos de mujeres ofrecen el producto en inigualables vasos de jícaro.
Una de las vendedoras con más años de comercializar el famoso refresco es Mariana Álvarez, quien se ha dedicado a esta labor por más de cuatro décadas.
A diario, esta hondureña se instala en uno de los puestos del mercado Inmaculada Concepción en Choluteca para ofrecer a propios y extraños una bebida que se remonta a la época de los mayas.
Con la venta del chilate, doña Mariana logró formar a sus cuatro hijos, dos de ellos ahora con título universitario y dos egresados de educación media.
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