Tegucigalpa, Honduras.-En la Plaza La Merced, a un costado del edificio del Congreso Nacional, el bullicio del tránsito se mezclaba con el murmullo de los diputados que llegaban uno a uno, algunos con documentos en mano, otros con teléfonos encendidos, transmitiendo en directo para sus redes sociales. Frente a ellos, un cordón policial impedía el acceso al edificio principal de ese poder del Estado y al hemiciclo legislativo, donde más temprano, los empleados fueron despachados a sus casas bajo el absurdo argumento de que por tercera vez en menos de una semana fumigarían contra ratas y cucarachas las instalaciones.
Las vallas metálicas delimitaban el paso; la tensión política, en cambio, aumentaba en los parlamentarios de la oposición.
Sin acceso al hemiciclo, más de 70 legisladores del Partido Nacional, Partido Liberal y Partido Salvador de Honduras (PSH) decidieron instalar una sesión extraordinaria en la plaza.
Allí, a cielo abierto, comenzó a escribirse una de las jornadas legislativas más inusuales de los últimos años.
La diputada Fátima Mena, del PSH, llevó la voz cantante y gritando -por la ausencia, inicialmente, de un equipo de sonido- tomó la palabra y expuso el motivo del encuentro: la imposibilidad de sesionar de manera regular debido a la falta de convocatoria y la intención de Luis Redondo, titular de ese poder del Estado, de instalar la Comisión Permanente, que hace dos años impuso como fiscal interino a Johel Zelaya.
Además, Redondo no convoca a una sesión ordinaria desde el 27 de agosto de este año, no obstante, continúa repartiendo bonos y viáticos a diputados afines a Libertad y Refundación, así como autorizando viajes al extranjero, mientras los órganos electorales se mantienen paralizados por falta de presupuesto.
Una vez que vio la fortaleza de la convocatoria de la oposición, Luis Redondo llamó a los jefes de bancada para una reunión este miércoles, empero, tanto Tomás Zambrano del Partido Nacional, Carlos Umaña del PSH y Mario Segura del Partido Liberal, informaron que no atenderán el llamado.
Inicio de la sesión
En seguida, los congresistas elevaron una plegaria a Dios y entonaron las notas del Himno Nacional.
A propuesta de la diputada nacionalista Francis Argeñal, se nombró a Mena como presidenta de la sesión, junto a Merary Díaz, de corte nacionalista, y Maribel Espinoza, del Partido Liberal, como secretarias.
El procedimiento se amparó en el artículo 47, numeral 3 de la Ley Orgánica del Congreso Nacional, que permite tales nombramientos en ausencia de miembros de la directiva.
Además, el artículo 191 de la Constitución de la República señala que “un número de cinco diputados podrá convocar extraordinariamente al Congreso Nacional para sesionar en cualquier lugar de la República, cuando el Ejecutivo, otra autoridad, fuerza mayor o caso fortuito, impidan su instalación o la celebración de sus sesiones”.
También, el artículo 192 de la Carta Magna sugiere que para la instalación del Congreso Nacional y la celebración de sus sesiones será suficiente la mitad más uno de sus miembros, en este caso se reunieron más de setenta diputados de las tres fuerzas de oposición.
“Ni el mismo Congreso, ni otra autoridad del Estado o particulares, podrá impedir la instalación del Congreso, la celebración de las sesiones o decretar su disolución. La contravención de este precepto constituye delito contra los Poderes del Estado”, advierte la normativa constitucional.
“Este ejercicio responde al derecho constitucional de legislar y sesionar, aun ante la obstaculización administrativa”, dijo Mena.
Los reporteros intentaban registrar cada movimiento y un pequeño altavoz amplificaba las voces de quienes intervenían.
Prórroga
La diputada Maribel Espinoza fue la encargada de proponer la prórroga del período de sesiones ordinarias del Congreso Nacional desde el 31 de octubre de 2025 hasta el 20 de enero de 2026, previo a la instalación de la primera legislatura del siguiente período constitucional de gobierno.
“No podemos permitir que la dirección del Poder Legislativo recaiga nuevamente en una Comisión Permanente reducida. El Congreso debe seguir funcionando”, afirmó.
La moción fue respaldada de inmediato. Por unanimidad, los diputados aprobaron la extensión del período, dispensando los dos debates para agilizar el trámite.
En seguida, una comisión integrada por los legisladores Carlos Umaña, Daniel Discua, Jack Uriarte, Ligia Ramos, Suyapa Figueroa y Jhosy Toscano dictaminaron a favor el decreto, confirmando la legalidad del procedimiento.
Pocos minutos después, Fátima Mena sometió la resolución a votación.
El decreto consta de siete considerandos en los que fundamentan la legalidad del dictamen y tres artículos; el primero contempla la prórroga de las sesiones, el segundo la notificación de la resolución a la junta directiva de Redondo para que convoque a sesiones y el tercero tiene que ver con la vigencia del decreto.
Todos los diputados presentes levantaron la mano y aprobaron el dictamen. La sesión concluyó con la aprobación de la prórroga y, acto seguido, se abrió otra para ratificar el acta, asegurando su validez legal. Al caer la tarde, los diputados comenzaron a retirarse.
Las vallas policiales seguían rodeando el CN, el edificio estaba totalmente cerrado y vacío, pero la oposición había logrado dejar constancia de su decisión: mantener activo el Congreso Nacional hasta enero del próximo año.