CHOLUTECA, HONDURAS. -Las lesiones provocadas por quemaduras a consecuencia de accidentes domésticos han marcado la vida de más de un centenar de sureños.
Durante el 2018, el Hospital General del Sur atendió a 116 personas por lesiones en diferentes partes de sus cuerpos y una persona que falleció a consecuencia de las quemaduras.
La principal causa de las quemaduras es por líquidos calientes. El 51 por ciento de los pacientes fueron varones y el resto, féminas.
Las estadísticas del sanatorio de personas quemadas también incluye a quienes resultaron afectados por pólvora, ya que los explosivos, en algunas ocasiones, además de dañar la estructura de las extremidades también provoca quemaduras.
Del total de personas afectadas por escaldaduras –como también se le denomina a las quemaduras con producto caliente- al menos 60 residen en el municipio de Choluteca, convirtiendo al poblado en el sector con mayor incidencia, además de reportar la única persona fallecida a consecuencia de quemaduras.
Marcovia, El Triunfo y Namasigüe son los otros tres municipios del departamento de Choluteca con mayor número de personas afectadas con accidentes domésticos, sumando 35 casos en total.
Liure, en el departamento de El Paraíso y San Lorenzo, en Valle, son las otras dos regiones del corredor seco que reportan personas afectadas por quemaduras, dos respectivamente.
El epidemiólogo del Hospital General del Sur, Gustavo Avelar, aclaró que el sanatorio no clasifica por edad a las personas atendidas por quemaduras, pero confirmó que la mayoría de ellos son menores de edad.
“Los accidentes domésticos son la principal causa de quemaduras en menores y es precisamente este grupo de edades de los que más pacientes recibimos”, explicó el entrevistado.
Pese a que los incidentes en los hogares se reportan durante todo el año, el mes de diciembre es el que más casos contabiliza, con más de cinco personas afectadas por producto caliente y cuatro por pólvora.
La falta de espacio físico para la atención de pacientes es una de la problemáticas que enfrenta el sanatorio pese a que en el área de pediatría se cuenta con un espacio aislado para que los niños puedan ser atendidos.
“Es una deficiencia que tiene todo el sistema hospitalario y es por ello que a los pacientes con quemaduras graves los tenemos que trasladar a nivel central, ya que no contamos con los médicos ni el espacio necesario para su tratamiento”, lamentó.
La hospitalización de una víctima de quemadura ronda entre los 15 y 30 días, dependiendo de su condición de salud. En los primeros 10 días de 2019, el hospital contabiliza dos menores quemados con agua caliente y uno por pólvora.
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