Honduras

Celebrará la Navidad en Honduras, con sus hijos, después de 16 años

Aunque por muchos años la hondureña preparó las tradicionales torrejas, luego de su accidente en México no recuerda este tradicional platillo navideño, por lo que espera disfrutarlo en esta Navidad.

FOTOGALERÍA
07.04.2014

Regina McDougal, como todos los hondureños, se prepara a celebrar la Navidad; pero en su caso, hay más expectativa que emoción, ya que para ella todo es nuevo y diferente.

Regina migró hacia los Estados Unidos en busca de un mejor futuro para ella y sus hijos, pero durante su viaje, fue atropellada en México y vivió en Chiapas sin recordar a la familia que dejó en este país, hasta que un mensaje enviado a ElHeraldo.hn
le devolvió a sus seres queridos.

Después de siete meses de haber retornado a Hondura encontramos a Regina en la esquina de la Casa de Morazán de Tegucigalpa, capital de Honduras, acompañando a su hija Marbella en un improvisado y portátil puesto de venta de pan, con lo que se gana el sustento diario.

Regina nos recibe con mucha alegría y un abrazo, mientras relata de su nueva vida, en la que cada día vive un reencuentro con los hijos que había olvidado, con los nietos que no había conocido y un bisnieto, que posiblemente nunca se imaginó que vería.

'Me hicieron abuela bien temprano', comenta divertida.

También relata que 'yo no vendo, pero me vine hoy porque en la casa me deprimo porque yo paso sola todo el día. Pero no puedo estar parada todo el día porque se me inflama el pie'. Son las secuelas de su sueño americano, que la dejó en suelo mexicano.

Una nueva realidad

A pesar de la pobreza, los hijos se preparan por celebrar con Regina su 'primera Navidad' catracha, con nuevas costumbres y comida.

Regina recuerda que en México, durante la temporada navideña, era la madrina de un Niño Jesús, una tradición ajena a las costumbres en Honduras, 'pero ya me convertí y sé que eso no es algo que se celebra'.

Sin embargo, no hace falta el árbol de Navidad en su humilde hogar de la colonia Modesto Rodas Alvarado.

Aunque el mayor reto de Regina en esta temporada serán las comidas, porque ya no las recuerda.

'Mi hija me dice que va a hacer torrejas y yo le pregunté ¿qué son torrejas?. Ella me dice que son ricas y yo no sé lo que son, aunque me dice que antes las hacía'.

Pero no sólo es lo nuevo, sino lo que añora. De las comidas que más extraña, sin dudar y elevando la mirada al cielo dice: 'ah, el mole, mi rico mole. El mole se hace con varios chiles, pero mis hijos me dicen que aquí no se venden o a saber si es que no lo conocen'.

Tampoco recuerda las sabrosas gallinas rellenas o la jugosita pierna de cerdo, 'pero voy a comer todo lo que hagan mis hijas', sonríe esperanzada.

Las sorpresas no paran para doña Regina, que recuerda su vida en México y a sus amigos, porque continuamente encuentran personas que fueron sus amigas, a quienes no reconoce ni recuerda.

Mientras espera que se venda el producto, siempre pendiente de que la Policía Municipal no se acerque a la esquina ya que es prohibida la venta ambulante en esa zona, doña Regina saluda a su amiga María Reyes, a quién conoció desde que ambas se dedicaban a la venta en los mercados.

Esta nueva vida no hace que olvide a sus amigos en México, que aprovechará para llamar durante las fiestas, 'porque es bien caro', dice.

Además del tiempo juntos, sus hijos en Honduras se preparan para colmarla de besos y regalos, por lo que nos confiesa: 'mi hijo que está en los Estados Unidos dice que me mandó un regalo, aunque todavía no lo he visto'.

Retos y problemas

Sin embargo, la crisis que afecta Honduras también empaña la vida de esta hondureña y sus hijos, por lo que alberga el deseo de volver a México, porque allá recibía beneficios del Estado, que no tiene en el país. Y sin más añade: 'si me dejan mis hijos'.

Y es que con tristeza, que luego se vuelven lágrimas, Regina nos cuenta que a pocos días de la Navidad, su árbol perdió la luz, ya que le cortaron la energía eléctrica y el servicio de agua en su humilde casa.

'Dicen que tenemos una deuda de 16 mil lempiras, ¿de dónde?', se pregunta esta madre con el corazón angustiado.

'Mi hijo, con el que vivo, no tiene trabajo desde hace un año y mis hijas hacen para el gasto diario', nos cuenta.

Además de las preocupaciones económicas, también tiene problemas de salud, por los que tiene que cuidarse.

Estas preocupaciones hacen que el llanto no paré y es cuándo su hija Marbella se acerca para consolarla. Pero el llanto de su madre se vuelve su llanto.

Marbella aprovecha para acariciar a su madre y da gracias a Dios porque están juntas en esta época especial y asegurá que 'le vamos a cocinar las comidas y va a ver que le van a gustar'.

Las dos mujeres tienen fe en Dios, que les dará la fuerza y la ayuda para salir adelante y permanecer juntos en los años venideros.

A pesar de las adversidades, Regina relata esperanzada que va a disfrutar junto a sus hijos, nietos y bisnietos, una Navidad como ninguna otra que recuerde.

Ayuda

Doña Regina y su familia agradecieron a ElHeraldo.hn por las gestiones para reencontrarse
y aprovechó para hacer un llamado a las personas de buen corazón que puedan ayudar, ya que no tienen los recursos para pagar las deudas.

Si desea donarle algo a esta familia hondureña puede comunicarse con Marbella McDougal, hija de doña Regina, al teléfono 9924-8538.

Regina se despide como nos recibió, con un abrazo, una sonrisa y una bendición.