Dotar de agua al penal de Juticalpa se convirtió en una carga onerosa para las autoridades de Juticalpa, Olancho.
Y es que la comuna apoyó durante este año con la dotación del vital líquido a través del envío de carros cisternas.
La inversión mensual fue de 6,000 lempiras, gasto que de acuerdo con las autoridades edilicias no cuentan con los recursos económicos para continuar con la ayuda.
Es así que los 504 privados de libertad durante unos 10 días se quedaron sin recibir agua para el quehacer y el aseo personal.
A causa de las necesidades del centro penal se organizó un comité de apoyo a través del cual se pidió a los alcaldes de Catacamas y Manto apoyarles con los fondos económicos para la compra del combustible para las cisternas y lograr enfrentar el problema durante el mes de diciembre.
La respuesta de las corporaciones municipales no se hizo esperar y con ayuda de las autoridades del Cuerpo de Bomberos se logró solventar de manera temporal la escasez del vital liquido.
Por medio del comité de apoyo, además se ha programado una campaña de salud y fumigación de las celdas para evitar que ante la acumulación de agua en botellas y galones se pueda desatar una epidemia de dengue o malaria.
También se ha confirmado que para el mes de enero a través del apoyo del Comité Internacional de la Cruz Roja se logrará la perforación de un pozo de donde se abastecerá el centro penitenciario. Es por esta razón que las autoridades del penal confían en que pronto resolverán el problema de la falta de agua en el interior del reclusorio.
Sin alimentos
Otro de los problemas que enfrenta el penal es la falta de víveres, ya que desde hace más de seis meses no reciben las transferencias del gobierno.
El presupuesto asignado para el reclusorio es de 13 lempiras por día para cada interno. Por falta de pago con los proveedores, al igual mantienen suspendidos los créditos, es así que los familias han apoyado a los privados de libertad con alimentos y agua.
El director de la granja penal, Ramón Adalberto García,informó que tiene planificado ampliar la clínica para alojar a los internos que padecen de diferentes enfermedades.
Además, se han comenzado a coordinar trabajos con la Universidad Nacional de Agricultura para implementar cultivos de plátano y bananos con el fin de poder llevar la producción para el beneficio de los reos. El centro de reclusión que posee el departamento de Olancho es considerado como uno de los más modernos. La obra fue ejecutada con apoyo de los pobladores de la zona y las autoridades gubernamentales. El promotor de la construcción fue el sacerdote Alberto Gaucci.