Honduras

196 oficiales de policía reciben sus ascensos

Un grupo de 29 alféreces de la Academia Nacional de Policía no fueron ascendidos a subinspectores porque serán investigados por la DIECP y la Dirección de la Policía.

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07.04.2014

Un general director, un comisionado general, 17 comisionados, 27 subcomisionados, 17 comisarios, 48 subcomisarios, 44 inspectores y 41 subinspctores recibieron el ascenso en la Policía Nacional de Honduras.

En total fueron 196 oficiales los que ascendieron al grado inmediato superior, entre ellos 19 que fueron reprobados en el polígrafo y que, con base en la ley de Depuración que el gobierno de Lobo Sosa tuvo vigente seis meses, debieron haber sido dados de baja.

El acto se realizó la mañana del viernes en las instalaciones del Comando de Operaciones Especiales (Cobras) con la presencia del presidente Porfirio Lobo; el ministro de Seguridad, Pompeyo Bonilla; el director nacional de la Policía, Juan Carlos Bonilla; el alcalde de Tegucigalpa, Ricardo Álvarez; un representante del Congreso Nacional y personas invitadas.

En el acto fue notoria la ausencia de la representación de la Corte Suprema de Justicia.

En su intervención, Lobo Sosa recordó que el año pasado estuvo en la ceremonia de ascensos después “del torbellino” que cayó sobre la Policía Nacional. Fue EL HERALDO quien dejó al descubierto la existencia de carteles policiales entronizados en los distritos de la capital, desde donde se ordenaban y cometían asesinatos, extorsiones, secuestros, robo de autos y venta de drogas.

Estas valientes denuncias fueron las que obligaron al gobierno a acelerar las medidas para la depuración policial.

Lobo Sosa recordó: “Yo les dije: no agachen la cabeza, levanten su mirada con orgullo porque la institución policial es noble, es buena, es honrada y defiende lo más sagrado, que es la seguridad del pueblo hondureño”.

“Quiero felicitar al general Bonilla y al ministro Pompeyo Bonilla, porque esta policía que están construyendo es la Policía que merece tener el pueblo hondureño”, dijo.

El pueblo hondureño está sometido a grandes sufrimientos por su condición de vida y, si a eso se le agrega que no le demos ni siquiera seguridad, creo que es demasiado injusto, prosiguió.

“El tener seguridad es fundamental para una nación. A parte de que se trata de lo más esencial, que es la vida y los derechos humanos, que es el derecho constitucional de vivir en paz y en libertad, la seguridad es la que potencializa lo que puede ser el crecimiento económico y el desarrollo”, enfatizó.

Lobo dijo que el próximo año va a pedir al titular de Seguridad que “nos dediquemos mucho a ver lo que es la condición de vida de los miembros de la institución, especialmente los de la escala básica, suboficiales y todo”.

Por su parte, el ministro Bonilla manifestó que “el ascenso que se logra dentro de la escala policial, si bien es cierto constituye un honor y un motivo de alegría, conlleva algo más importante: un compromiso mayor con la institución y con el país”.

“Confiamos y esperamos que no defraudarán a la ciudadanía, a la Policía Nacional, y que el pueblo hondureño debe sentirse confiado en que sus actuaciones siempre estarán enmarcadas en luchar por brindarle a la ciudadanía la seguridad que se merece”, dijo.

“El ascenso no es nada más que una responsabilidad donde se deben cumplir retos con principios y valores”, dijo por su parte Juan Carlos Bonilla.

“Nuestra sociedad ahora exige una Policía con transparencia, respetuosa de los derechos humanos, que sea próxima a su pueblo, a su sociedad, y ese compromiso debe realizarlo con voluntad, con honestidad y con mucho apego a las leyes”, concluyó el jefe policial.

Ni Lobo Sosa, Pompeyo Bonilla ni Juan Carlos Bonilla quisieron ahondar en por qué ascendieron a policías aplazados en el polígrafo, si lo que correspondía, con base en la ley que ellos mismos enviaron al Congreso Nacional y que estuvo vigente seis meses, es que se procediera a darles de baja sin derecho a defensa y sin respetar el estado de presunción de inocencia.

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