Por lo menos 184 mil personas salieron de la capital entre viernes y sábado pasado hacia sitios de esparcimiento o para visitar familiares en Semana Santa, según la ministra de Turismo, Nelly Jerez.
El 40 por ciento de esa masa de vacacionistas iba con rumbo al norte del país y el resto hacia el sur y oriente.
Igualmente se contabilizó un flujo de 84 mil personas en San Pedro Sula, saliendo con rumbo a Occidente, La Ceiba y Tela.
Estos datos son contabilizados por la Unidad de Análisis Económicos de la Secretaría de Turismo. Mientras tanto, también se ha registrado, entre sábado y Domingo de Ramos, el ingreso a San Pedro Sula, por el aeropuerto Ramón Villeda Morales, de 2,187 pasajeros provenientes de Estados Unidos, México, El Salvador, Guatemala, Costa Rica y Panamá.
Al ser abordados en la terminal aérea por los encuestadores de Instituto de Turismo, los visitantes manifestaron que sus destinos eran Tela y La Ceiba.
Protección
Por otro lado, la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) tiene 700 personas desplazadas en siete regiones del país como parte de un plan estratégico para atender las emergencias, dijo el comisionado Lisandro Rosales.
Estas personas están ubicadas en Trujillo, Puerto Cortés, Tela, La Ceiba, Choluteca, Cedeño, Amapala, Comayagua, Santa Rosa de Copán, Tegucigalpa y San Pedro Sula, además de los ejes carreteros, donde permanece personal para atender las emergencias, si las hay.
Rosales dijo que todas las actividades de Copeco están en coordinación con el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional.
El funcionario dijo sentirse satisfecho porque, por lo menos hasta el lunes, no se habían presentado emergencias mayores que lamentar, solo algunos incendios forestales menores que fueron atendidos en coordinación con el Cuerpo de Bomberos.
El viernes por la noche y sábado por la mañana se atendió una emergencia en San Pedro de Zacapa y Santa Bárbara, en el departamento de Santa Bárbara, donde unas 80 viviendas sufrieron daños por los efectos de vientos huracanados que se produjeron en el momento en que caía una lluvia con granizos.