De pronto, llegó un entrenador serbio, quien tiró al cesto de la basura la historia reciente de los Azules y con una pasmosa tranquilidad despidió a Guevara de Motagua, cuando le restaban seis meses de contrato.
Risto Vidakovic, con la complicidad de los dirigentes azules, le tiraron la puerta en la cara al capitán de la selección de Honduras en Sudáfrica 2010 y lo echaron de la institución.
Lo ideal, o mejor dicho lo inteligente, hubiera sido que el Lobo cumpliera jugando su contrato y en diciembre terminar de manera digna su vínculo con el Mimado, ya que es uno de los grandes ídolos de la historia de los Azules.
El Lobo comparte con Antonio Obando la marca de 72 goles, siendo ambos los máximos anotadores en la historia del Azul en Primera División.