Periodismo de Impacto

El refrigerador natural: conservación de alimentos y medicamentos a bajos ingresos

Hoy en día, gracias a la implementación de este método de enfriamiento antiguo, se reduce en 20% el gasto
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24.06.2016

Rabat, Marruecos
Al igual que muchas mujeres que viven sin electricidad en aldeas de todo Marruecos, Fátima ve cómo las provisiones de alimentos de su familia se arruinan constantemente por los cambios de temperatura y la humedad. Debido a estas circunstancias que escapan a su control, Fátima ha aprendido a organizar las comidas semanales de su familia con el fin de minimizar estas pérdidas. Sin embargo, estas alteraciones prácticas tienen consecuencias relacionadas con la salud: una dieta desequilibrada, rica en frutas y verduras justo después de un día de mercado, y pesada en almidón y legumbres hacia el final de la semana.

La capacidad para conservar los alimentos durante un período más largo de tiempo es una necesidad vital para las poblaciones rurales sin acceso a la electricidad y para las familias suburbanas de bajos ingresos.

'La idea de este proyecto surgió cuando nos dimos cuenta de la necesidad de refrigeradores naturales durante una serie de visitas de campo realizadas a través de Enactus(1), de la cual soy miembro”, explica Raowia Lamhar, cofundadora y directora general de Go Energyless. A principios de 2015, Raowia y su equipo crearon el primer prototipo de refrigerador a base de arcilla en colaboración con un alfarero local en Zenata, cerca de la ciudad de Mohammedia. Esta herramienta de almacenamiento le da al usuario la capacidad de preservar los productos alimenticios durante unos 10-15 días, dependiendo de las condiciones.

Teniendo en cuenta las necesidades físicas y químicas de la arcilla que estaban utilizando, así como el deseo de trabajar con ceramistas más experimentados que los que había en Zenata, el equipo de Go Energyless se trasladó a Marrakech. 'Cuando se piensa en la calidad que queremos, usar la arcilla de esta región en particular es más interesante y los dos alfareros con los que estamos trabajando ahora son capaces de completar el trabajo con los estándares mucho más altos', afirma Raowia.

Hoy en día, gracias a la implementación de este método de enfriamiento antiguo, las mujeres como Fátima son capaces de reducir en alrededor del 20% de sus gastos, además de tener acceso a un suministro de alimentos mucho más diverso.

La Khabia
La idea original detrás del refrigerador natural nació de una simple ingeniosa herramienta, llamada 'Khabia ', que se ha utilizado en ciertas zonas de Marruecos durante siglos. Esta olla de barro se utiliza para mantener el agua fresca durante el verano, y normalmente se cubre con un paño húmedo durante todo el día. El refrigerador se compone de dos vasijas de barro de diferentes tamaños que se pueden encajar una dentro de la otra, con suficiente espacio para la arena que se vierte entre ambas. La arena se rocía con agua una vez o dos veces al día. A medida que el agua se evapora de la arena, el calor no puede llegar a la olla interna, que por lo tanto se mantiene fresca durante todo el día.
Sin embargo, lejos de ser un mero utensilio de cocina, el refrigerador natural se ha convertido también en una solución increíble para un problema mucho más fundamental: cómo conservar medicamentos sin electricidad. Los medicamentos como la insulina pierden toda su eficacia cuando no se almacenan en las condiciones adecuadas, alejado de fuentes de luz y calor. En ciertas regiones de Marruecos, donde las temperaturas pueden alcanzar más de 50 grados centígrados en la temporada de verano, la falta de técnicas de refrigeración puede resultar peligroso para la vida.

Ahmed, un marroquí nativo de la región Ahdri cerca de la ciudad de Meknes, ya ha pagado el precio por esta falta de refrigeración. Como persona que sufre de diabetes, Ahmed utilizó insulina que había sufrido daños por el calor y fue hospitalizado durante cuatro días por un coma hiperglucémico. El único método que se le ocurrió para mantener su insulina a una temperatura baja era enterrar la medicina bajo una capa de tierra antes de empapar la tierra en el agua. Este pudo haber sido una vez un método ancestral eficiente de mantener el abastecimiento de agua potable, pero no es especialmente ideal para el cuidado de un medicamento vital, como la insulina. Con el refrigerador natural, nuestra capacidad de preservar la medicina y los alimentos sin electricidad ha sido enormemente mejorada, dice Raowia.

Hoy en día, la joven empresa está ofreciendo dos tipos diferentes de refrigerador. El primero es el modelo más básico y está diseñado para atender a las comunidades que no tienen ningún acceso a la electricidad, que cuestan alrededor de 220 DH (unos 20 euros). El segundo modelo, con un diseño más estético, está dirigido a los consumidores de biocombustibles, por un precio de 350 DH (unos 33 euros). Estos precios se calculan para cubrir los costes de fabricación.

Mientras que cursa el quinto año de su diplomatura de ingeniería, especializada en ingeniería del agua y el medio ambiente, Raowia también ha asumido el título de empresaria. Go Energyless, la empresa de nueva creación que cofundó y que está lanzando este proyecto innovador (y fresco), tiene un plan para ir más allá, mediante la implementación de una fuerte estrategia de marketing e incrementando la eficiencia de su proceso de producción.

Después de la creación de 50 prototipos diferentes en 2015, Go Energyless está tratando de aumentar su tasa de producción para satisfacer una demanda creciente. Para lograr este hecho y sus otros objetivos, Go Energyless quiere que el refrigerador natural llegue a un público más amplio, principalmente a través de distribuidores capaces de financiar su comercialización en algunas de las comunidades más pobres, donde la necesidad es mayor.