Candidatos

Tito Asfura, el carismático candidato que rehúye de las cámaras

Nasry “Tito” Asfura es un candidato invisible, que se mueve entre las sombras y que no conecta con los medios de comunicación, pero que tiene una potente fuerza de voto y el apoyo de la estructura oficialista del Partido Nacional
01.11.2021

TEGUCIGALPA, HONDURAS

Es un hombre sencillo, notoriamente popular, que se mueve como el tronco de un roble para bailar y con una jornada laboral muy extensa, aunque en los últimos meses los capitalinos sienten que se ha vuelto invisible.

Hablamos del alcalde capitalino Nasry Juan Asfura Zablah, quien nació en Tegucigalpa el 8 de junio de 1958 y de ascendencia árabe palestina.

Tiene una carrera política amplia, pero concentrada en Tegucigalpa. Tito Asfura escaló a lo largo de 30 años los peldaños hasta ocupar el puesto más importante de la municipalidad.

Entre 1990 y 1994 fue fiscal municipal y asistente de la alcaldesa Nora Gúnera de Melgar, mientras que en los siguientes cuatro años fue gerente de servicios públicos y regidor.

Asfura vuelve a la escena municipal en 2006 como regidor en la gestión del exalcalde Ricardo Álvarez. Fue diputado del Congreso Nacional cuando lo presidía Juan Orlando Hernández y temporalmente fue ministro del Fondo Hondureño de Inversión Social (FHIS).

Desde 2014 a la fecha, ha sido alcalde de la capital de Honduras, actualmente en funciones de su segundo período.

Liderando el movimiento “Unidad y Esperanza” -uno de los dos del Partido Nacional- busca ser el candidato para luego luchar por la presidencia de Honduras en noviembre próximo.

A nivel académico solo es bachiller en Ciencias y Letras, aunque se presenta como empresario de la construcción, con una buena solvencia económica y con una gran posibilidad de ser el candidato presidencial del Partido Nacional, pues las encuestas recientes lo tienen con amplia ventaja sobre su contrincante Mauricio Oliva.

“Nasry Asfura es el candidato oficial del Partido Nacional, es oficial del Poder Ejecutivo. En la planilla de Mauricio Oliva solo van 16 diputados actuales, mientras que en las de ‘Tito’ van 43”, dijo el sociólogo Julio Navarro. “Los diputados han visto que él es el candidato, por eso se le han pegado”.

La popularidad de Tito Asfura

Tiene mucha aceptación en Tegucigalpa y a nivel nacional, pese a que algunos aseguran que en San Pedro Sula no, porque la alcaldía de ese municipio tuvo que pagarle 250 millones de lempiras por un polémico contrato para recoger la basura

Eso no lo atrasa, con sus burros bien amarrados, sus pantalones jeans azules, sus camisas celestes arremangadas y sin faja, aparenta ser un hombre de mucho trabajo de campo.

El resultado se puede notar en sus masas de seguidores, un efecto de proyectar humildad, su sencilla forma de vestir y la manera ágil de resolver los problemas de la ciudad.

“Inició bien, haciendo muchas obras. Le ha dado otra cara a la capital, pero todo lo que hizo ha quedado en el olvido porque en estos últimos meses las calles parecen estar abandonadas”, reclamó el ciudadano Arnulfo Castellanos.

Un ejemplo claro de su solvencia popular fue para las elecciones de 2013, cuando ganó la alcaldía con más del 60% de los votos, y para las de 2017 casi con el 74%, cifras que indican que ha sido un hombre popular en política.

“¿Por qué soy Papi a la Orden? Porque sirvo rápido, atiendo, le busco soluciones a las cosas, eso es lo que hago todos los días, eso es lo que he aprendido. No voy a manchar mi nombre, no voy a defraudarlos, es lo que hago todos los días”, ha dicho el alcalde públicamente.

Lo paradójico es que aunque asegura que es “Papi a la Orden”, para EL HERALDO fue imposible localizarlo, porque se le insistió para una entrevista en la que le contaría al pueblo parte su vida y propuestas de gobierno, pero después de semanas de buscarlo contestó a través de los encargados de su agenda que “no le interesa”.

“Los medios de comunicación y el alcalde no van de la mano. Tampoco suele aparecer en anuncios publicitarios o eventos públicos. Para los periodistas es difícil localizarlo o lograr una entrevista”, comentó un integrante de su círculo cercano.

La poca asequibilidad de “Tito” es un motivo que podría restarle popularidad de cara a las elecciones primarias que se celebrarán el 14 de marzo de 2021 porque la población quiere a un líder que se pueda ver, avizoran expertos.

Tal es el caso que para los inicios de la pandemia en Honduras estuvo desaparecido hasta que tiempo después reapareció repartiendo víveres en varias colonias de Tegucigalpa y Comayagüela.

Llegando a la tercera semana de diciembre pasado, se supo de él cuando fue visto en silla de ruedas en el aeropuerto de Miami, Estados Unidos, a causa de que estaba en un tratamiento por una dolencia en una de sus rodillas.

Nuevamente surgieron noticias de “Tito” porque el anterior 8 de enero sufrió un accidente de tránsito en la carretera que conduce a Valle -al sur de Honduras- en horas de la noche, ocasionándole lesiones leves en sus costillas.

“Él tiene que cambiar esa forma mediática que tiene. Por sus aspiraciones tiene que ser amigo de los medios y una figura más visible para todos”, recomendó un extrabajador de “Papi a la Orden”.

Señalamientos

“Necesitamos líderes enamorados de la justicia y no del dinero”, dijo el pasado 15 de septiembre de 2020 en la conmemoración del 199 aniversario de independencia de Honduras.

Seis semanas después, la Unidad Fiscal Especializada Contra la Corrupción (Uferco) presentó una solicitud de antejuicio contra él y la cuarta regidora, Nilvia Castillo, por presuntos actos de corrupción en sus gestiones dentro de la alcaldía.

El alcalde enfrenta un proceso de antejuicio de 29 millones de lempiras porque habría utilizado los fondos de la alcaldía para cubrir operaciones de empresas, pagar tarjetas de crédito y hacer transferencias de dinero a sus hijas en Estados Unidos.

Asfura tiene una explicación sencilla para lo ocurrido, aunque la diosa Temis juzga hechos y no voluntades.

“La administración pública no es fácil, es complicada. La gente quiere que se atienda de inmediato, pongo de lo mío para poder atender, después liquido y luego lo que yo puse me lo devuelven. Yo puedo hacer lo que considere más conveniente después de liquidar lo que yo he puesto”.

Por otro lado, aunque no lo hizo funcionar, calificó el proyecto del Trans-450 como bueno y, además, prometió un teleférico que tampoco ha podido implementar.

“Van siete años y he sentido que hubo un mal retraso intencionado por parte del alcalde en no hacer nada, ya que no hay ninguna justificación de hacerlo”, aseveró el exalcalde Ricardo Álvarez sobre el proyecto valorado en unos 1,000 millones de lempiras.