La Corte Suprema de Justicia (CSJ) solicitó a las autoridades de seguridad de Estados Unidos enviar las pruebas que avalen la petición de extradición de Carlos Emilio Arita Lara, identificado como Porfirio Montúfar Arita.
Este miércoles, el supuesto extraditable, que fue capturado en Guatemala, según informó el hermano país en la cuenta de Twitter del Ministerio de Gobernación, fue presentado a una audiencia de información, la primera del proceso establecido para la extradición.
Arita Lara o Montúfar Arita llegó hasta las instalaciones de la CSJ fuertemente custodiado alrededor de las 11:00 de la mañana y contrario a procesos anteriores, su audiencia se extendió hasta las 2:00 de la tarde.
A través de su cuenta oficial de Twitter, el Poder Judicial informó que el juez que conoce la causa resolvió en dicha audiencia solicitar a instituciones hondureñas y de Estados Unidos “todas las pruebas para identificar plenamente al hondureño solicitado en extradición”.
Se indicó que en el caso de Estados Unidos, el juez dio un plazo hasta el 13 de noviembre para “acreditar las pruebas sobre los cargos señalados por el Estado de Virginia”.
Mientras para las autoridades hondureñas solo se establecieron tres días para que hagan llegar los documentos que acrediten que se trata de la misma persona.
Además se programó para el 18 de noviembre la audiencia de presentación y evacuación de pruebas en la que tanto la defensa como las autoridades de Estados Unidos deberán hacer uso de sus medios para lograr sus objetivos.
Melvin Duarte, director de comunicaciones del Poder Judicial, explicó que la información solicitada es necesaria en este juicio para identificar a la persona requerida en extradición.
“Ya que en las investigaciones aparece tanto identificado como por el nombre de Carlos Emilio Arita Lara así también con el nombre de Porfirio Montúfar Arita”, detalló.
“Es responsabilidad del juez de extradición acreditar plenamente la identidad del ciudadano requerido previo al análisis de su posible salida del país”, agregó.
Indicó que mientras se desarrollan estas diligencias, Arita Lara o Montúfar Arita quedará recluido en una celda del Primer Batallón de Infantería.
Confusión
Y es que el alegato de la defensa es que hubo una confusión y que realmente a quien se detuvo es a Porfirio Montúfar Arita y no a Carlos Emilio Arita Lara.
“La audiencia se suspende en estos momentos porque están pidiendo en extradición al señor Carlos Emilio y entonces nuestro representado y ahora detenido se llama Porfirio Montúfar Arita”, dijo la defensora Vanessa Maldonado.
Informó que en la orden del juez se detalla que a su representado se le practiquen pruebas de ADN o huellas dactilares para comprobar la identidad.
“No es cambio de nombre, sino que el detenido se llama Porfirio Montúfar Arita, han detenido a una persona con el nombre de Porfirio Montúfar y la orden de extradición está para Carlos Emilio, entonces los nombres no coinciden”, alegó Maldonado.
Dijo que legalmente las autoridades se equivocaron de persona y que en término de tres días los entes de seguridad hondureños deberán acreditar las pruebas y de lo contrario su cliente deberá ser puesto en libertad.
¿Quién es?
Fuentes de la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico informaron que Carlos Emilio Arita Lara, también conocido como Porfirio Montúfar Arita, se convirtió en el sucesor de los líderes del cartel de los Valle Valle, luego de que estos fueran extraditados.
Arita Lara junto a una cercana familiar de los Valle han manejado desde entonces las actividades relacionadas al tráfico de drogas y la administración de los bienes de los Valle, dijo la fuente.
Reveló que Arita Lara ha sido muy respetado dentro de la organización por ser mano derecha de los Valle.
Además de ser temido por los empleados de los Valle por su sádico comportamiento.
Arita Lara creció junto a la familia de los Valle, lo que le llevó a ganarse el cariño de los hijos de los Valle, quienes lo llaman “papito”.
La fuente aseguró que en la investigación se identificó a Arita Lara con el nombre de Montúfar Arita.
Reveló que este último nombre era propiedad de un tío político de Arita Lara que fue asesinado en 1999 por supuestos problemas de tierras.
Indicó que la identidad de este último nombre es falsa y que la estrategia de la defensa es obligar a que el Ministerio Público lo acuse de usurpación de nombre y falsificación de documentos para evitar su extradición.
Esto porque la ley obliga a que el infractor de la ley responda primero a las acusaciones que hace su país natal y después de esto a los casos incoados en el exterior.