El Progreso, Honduras.- El filántropo japonés Shin Fujiyama finalizó este lunes su épico reto de 3,000 kilómetros, pero lo que nadie se esperaba es que cerrara la carrera con una romántica propuesta de matrimonio en El Progreso, Yoro.
Así es, este lunes el influencer y filántropo japonés, completó su impresionante desafío en apoyo a la educación infantil hondureña y la culminación de la titánica hazaña en El Progreso, Yoro, fue marcada por un emotivo gesto que dejó a todos sin palabras: Fujiyama le pidió matrimonio a su novia hondureña, Yeimi Licona, frente a la comunidad que lo acompañó en la celebración.
El recorrido de Shin comenzó hace más de 100 días, partiendo desde la frontera entre Estados Unidos y México, atravesando Guatemala y El Salvador, hasta llegar a Honduras. Durante todo ese tiempo, Fujiyama corrió por una causa que ha promovido incansablemente: mejorar las oportunidades educativas para los niños hondureños.
A su llegada a Villa Soleada, la emoción era palpable. El filántropo, conocido por su dedicación a construir escuelas en comunidades vulnerables, aprovechó el fin de su recorrido para arrodillarse ante Yeimi, la madre de su hijo, y pedirle que se casara con él. El momento fue celebrado por los presentes y rápidamente se volvió viral en redes sociales.
La pareja se encuentra en un momento muy especial, ya que esperan su primer hijo juntos. Aunque aún no han revelado la fecha del nacimiento, ambos expresan su felicidad por esta nueva etapa que están por vivir.
La relación entre Shin y Yeimi comenzó en julio de 2022, durante el proyecto de voluntariado “Construcción de Mil Escuelas en Honduras”, donde ambos se conocieron y se enamoraron.
El final del reto fue también un testimonio del amor y la dedicación de Shin hacia Honduras y su gente. Con cada paso dado, el filántropo no solo avanzaba hacia la meta deportiva, sino que también fortalecía los lazos personales y comunitarios que ha forjado en este país.
Yeimi Licona, quien acudió a recibir a Shin de su última travesía, lo recibió con un apasionado beso en la frontera entre Honduras y El Salvador, donde el japonés finalizó su increíble viaje.
La propuesta de matrimonio y la futura llegada de su bebé han añadido un capítulo lleno de amor y esperanza a esta inspiradora historia.
