Transformación
“¿Cómo llegué a este punto?” era la pregunta que Chris Gardner
se hacía mientras dormía con su hijo de año y medio en estaciones de buses, de trenes y hasta en baños públicos.
Y es que el hombre cuya vida inspiró la película “En busca de la felicidad”
tuvo que ser padre y madre mientras era un indigente. Y esa historia de lucha, fuerza y esperanza fue la que compartió con los hondureños reunidos en el Polideportivo de Unitec en una conferencia inspiradora, en el marco de Honduras GO y organizada por On Stage.
A las 8:15 de la noche del domingo, Gardner salió al escenario con un “Hola Honduras”, para después plantear una pregunta: ¿Cómo te conviertes en una persona desamparada? Porque él lo fue, y mientras estaba en esa situación tenía a su lado a un hijo, su primogénito.
A tres años de divorciarse de su primera esposa, una estudiante de odontología, Jackie Medina, quedó embarazada de él, y en enero de 1981 nació su hijo Christopher Jarret.
Gardner compartió que convertirse en padre fue lo más maravilloso de su vida. Aunque él no tuvo una figura paterna, el hecho de haber vivido con un padrastro violento que todos los días le recordaba que no tenía papá, le hizo prometerse algo cuando apenas tenía cinco años de edad: que sus hijos sabrían quién era su padre, “eso fue parte de mi ‘genética espiritual’”, que no es más que el espíritu que hace de cada persona lo que es.
La vida de Chris cambió cuando decidió renunciar a su empleo de vendedor de equipos médicos para capacitarse como corredor de bolsa. Y lo logró, lo que no logró fue conseguir un empleo.
A él le apasionaba saber que podría dedicarse a eso, y cuando estuvo en una empresa de bolsa de valores “sabía que ese lugar, que a otros les parecía caótico, era donde yo debía estar”. Pero su oportunidad tendría que esperar.
Las cosas se complicaron en su relación y posteriormente fue arrestado por incumplimiento de pago de multas de estacionamiento. Diez días estuvo preso “y lo único qué pensaba en esos días era si mi hijo sabía que no lo había abandonado”.
Después de salir de la cárcel, se enteró de que Jackie se había ido con su hijo, estaba solo, pero logró conseguir una pasantía en Dean Witter Reynolds, sin goce de salario, solo con un bono para gastos con el que apenas podía mantenerse. Y en esa situación estaba cuando su expareja le entregó a su hijo de apenas año y medio de edad.
Juntos pasaron pruebas, durmieron en estaciones de tren y buses, en parques, en baños públicos, en asilos para indigentes y otros lugares que eran todo menos un hogar.
Mientras eso sucedía, se preguntaba: ¿Cómo llegué a este punto? “Y la respuesta era ‘yo me conduje a este punto’, y asimismo podía conducirme fuera de él... Tienes que adueñarte de la situación para cambiarla”, expresó Gardner, y agregó que “la esperanza sirve, pero debes tener un plan, y cuando haces algo que te apasiona no hay plan B, y mi plan A era ser el mejor en este negocio”.
Y mientras ese plan estaba en desarrollo, Chris tenía que soportar lo más difícil para él: escuchar llorar y gritar a su hijo cuando él se iba, “y yo le decía que iba a regresar, estaba siendo fiel a mi promesa”.
Un año pasó hasta que ellos pudieron tener una casa. “No puedo expresar lo que sentía al decirle a mi hijo que ya teníamos casa”.
Gardner finalmente fue contratado en Dean Witter Reynolds, ya no recibiría un bono sino un salario. Cinco años después estableció su propia firma de bolsa de valores.
Al final de su conferencia, Gardner dijo que “la película fue genial, el libro genial, el negocio genial, pero lo más importante que he hecho en mi vida es romper ese ciclo de padres que no cuidan a sus hijos”.
¿Quién es Chris Gardner?
Nació el 9 de febrero de 1954 en EE UU. En 1981 nació su hijo Christopher. En 1982 obtuvo su empleo en Dean Witter Reynolds. En 1987 estableció su propia firma de valores Gardner Rick & Co.
En 2006 vendió su firma en un trato multimillonario y fundó Christopher Gardner International Holdings, con oficinas en Nueva York, Chicago y San Francisco.
Su historia se conoció por primera vez en 2003 en el programa 20/20. Una editorial publicó un libro basado en su historia, el cual fue adaptado al cine bajo el título “En busca de la felicidad”. La película fue protagonizada por Will Smith y su hijo Jaden.
