Washington, Estados Unidos.- El estreno de la temporada 27 de South Park reavivó la tensión entre la serie y la Casa Blanca, que condenó el episodio inaugural por caricaturizar al presidente Donald Trump con referencias sexuales y alusiones satánicas, calificándolo como vulgar, irrelevante y de mal gusto.
"Este programa no ha sido relevante en más de 20 años y apenas se sostiene con ideas poco inspiradas en un intento desesperado por llamar la atención", declaró a EFE Taylor Rogers, portavoz del Ejecutivo.
A su vez, dijo que "el presidente Trump ha cumplido más promesas en solo seis meses que cualquier otro presidente en la historia de nuestro país, y ningún programa de cuarta categoría podrá frenar su buena racha".
El capítulo, titulado Sermon on the Mount, lanza una crítica directa a políticas del segundo mandato de Trump, incluyendo la imposición de aranceles, tensiones diplomáticas con Canadá y la presión ejercida sobre medios públicos.
La escena más controvertida muestra al mandatario intentando mantener relaciones con el diablo, mientras se expone su pene en tono burlesco.
Y es que la emisión coincidió con el anuncio de un acuerdo entre Paramount y los creadores de la serie por 1,500 millones de dólares para producir 50 episodios más.
Este contexto dio pie a que el capítulo también atacara al propio conglomerado mediático, aludiendo a la reciente cancelación de The Late Show with Stephen Colbert, decisión que sectores del público interpretaron como una represalia por el tono satírico del presentador contra el presidente.
El episodio además menciona una reciente demanda contra Paramount por parte de Trump, resuelta por 16 millones, luego de que el mandatario acusara al programa 60 Minutes de manipular una entrevista con Kamala Harris.
La escena final muestra un video deepfake de Trump caminando desnudo por un desierto, acompañado de la frase: "Su pene es diminuto, pero su amor por nosotros es enorme".
Consultado por la BBC durante un panel en la Comic-Con de San Diego, el cocreador Trey Parker ironizó sobre la reacción del gobierno.
"Lo sentimos muchísimo", dijo con tono sarcástico, generando risas entre el público.
También relató que, previo al estreno, los productores intentaron censurar parte de la escena polémica: “Me dijeron: ‘Ok, pero vamos a difuminar el pene’, y yo les contesté: ‘No, no van a difuminar el pene’”.
