Fallas en el sistema biométrico: ¿qué hacer si no funciona al votar?
El CNE tiene protocolos establecidos para garantizar que ningún ciudadano quede sin ejercer su derecho al voto en las elecciones generales del 30 de noviembre
- 30 de noviembre de 2025 a las 10:51
Tegucigalpa, Honduras.- Pobladores han reportado fallas en el sistema de identificación biométrica, necesario para comprobar la identidad de los electores ha presentado problemas en algunos centros electorales del país.
Puntualmente, el biométrico falló en la urna 10744 de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) en Tegucigalpa.
Allí, los electores llegaron muy temprano, pero la mesa 10744 no estaba abierta pese a que afuera estaban decenas de ciudadanos que querían ejercer su derecho a votar.
El mismo problema ocurrió en la urna 4423 del Centro Básico Primero de Febrero de San Pedro Sula donde el aparato electrónico dejó de funcionar afectando el avance de las votaciones y en el centro educativo Gabriela Mistral de Villanueva, Cortés.
Los ciudadanos también reportaron fallas en el sistema biométrico en el Colegio de Abogados y en Instituto Central Vicente Cáceres de Tegucigalpa, lo que ha generado retrasos en el proceso de votación durante la jornada electoral.
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En la Escuela República de Japón de Tegucigalpa, las urnas tardaron en abrir y en ciertas juntas no funcionó el dispositivo biométrico. La mayoría de centros educativos del país amanecieron colmados de votantes.
Aunque el biométrico es la herramienta central para verificar la identidad de cada votante en las elecciones hondureñas, las Juntas Receptoras de Votos cuentan con un protocolo claro para resolver cualquier falla sin impedir que la persona ejerza su derecho al sufragio.
Cuando el dispositivo no reconoce la huella en el primer intento, la mesa procede a reintentarlo ingresando manualmente el número de identidad en el sistema. Ese paso fuerza una nueva lectura y permite confirmar que la información del ciudadano se encuentra correctamente cargada en la base de datos del Registro Nacional de las Personas.
Si el lector continúa sin responder o la huella del votante está deteriorada, la validación puede hacerse mediante reconocimiento facial, comparando la imagen registrada en el padrón con la que aparece en el sistema. El objetivo es descartar cualquier suplantación y asegurar que la persona presente en la mesa es realmente quien figura en el censo electoral.
En casos excepcionales, especialmente cuando el ciudadano tiene huellas poco legibles o presenta condiciones físicas que dificultan la verificación, la mesa está autorizada a realizar un re-enrolamiento rápido.
Ese proceso registra nuevamente la huella o la fotografía para dejar constancia de la identidad del votante y permitirle continuar hacia la entrega de papeletas. El CNE ha reiterado que el uso del biométrico es obligatorio, pero también ha recordado que ningún ciudadano puede quedar sin votar por fallas técnicas del dispositivo.
El procedimiento alterno existe precisamente para evitar que las mesas electorales se paralicen ante un lector defectuoso o ante huellas que no coinciden por desgaste, edad o condiciones laborales.
La instrucción oficial es clara: el sistema debe agotar las vías de verificación disponibles y garantizar que, una vez establecida la identidad del elector, el voto se realice con normalidad y sin vulnerar la transparencia del proceso.
Con este protocolo, el CNE busca equilibrar seguridad, inclusión y agilidad, asegurando que la tecnología no se convierta en un obstáculo para la participación ciudadana.
¿Cómo funcionan?
El uso del biométrico se ha convertido en uno de los pilares del proceso electoral hondureño. Se trata de un dispositivo electrónico que permite verificar la identidad de cada ciudadano mediante la lectura de su huella dactilar, contrastándola con la base de datos del Registro Nacional de las Personas.
Su función principal es confirmar que quien llega a la Junta Receptora de Votos sea realmente el titular del Documento Nacional de Identificación y que ninguna persona pueda votar más de una vez.
El proceso es sencillo: al llegar a la mesa, el ciudadano presenta su DNI y coloca su dedo en el lector. En segundos, el sistema coteja la huella con los registros oficiales y muestra en pantalla la fotografía y datos del votante.
Solo con esa validación la persona puede continuar hacia las urnas. Si alguien intentara votar de nuevo, el sistema lo bloquea automáticamente, eliminando la posibilidad de suplantaciones o dobles sufragios.
El CNE ha reiterado que el uso del biométrico es obligatorio para cada elector, pues su implementación busca fortalecer la confiabilidad del padrón, reducir vulnerabilidades históricas y garantizar mayor transparencia en las votaciones.
Además, la herramienta permite generar datos sobre participación y flujo de votantes, apoyando la organización en tiempo real. Con este mecanismo, Honduras apuesta por un proceso más seguro, verificable y alineado con estándares modernos de autenticación en comicios democráticos.