Solo 3 de cada 10 estudiantes de posgrado egresaron de universidades públicas
El 69% de los graduados de posgrado eran de universidades privadas. La limitada oferta estatal y la rápida adaptación del sector privado están marcando una brecha educativa, dicen expertos
- 05 de junio de 2025 a las 10:52

Tegucigalpa, Honduras.- Mientras las universidades privadas adaptan rápidamente su currícula educativa de posgrado a las necesidades del mercado laboral, en las universidades públicas el número de graduados es menor por la reducida oferta educativa.
Entre 2016 y 2023 se registró un total de 15,347 graduados de posgrado a nivel nacional en Honduras, pero solo 4,687 egresaron de las universidades públicas, es decir, apenas el 31%.
Esto significa que 7 de cada 10 estudiantes de posgrado egresaron de universidades privadas, según un análisis realizado por la Unidad de Datos de EL HERALDO Plus a registros facilitados por la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), mediante la solicitud de información SOL-UNAH-1938-2025.
El posgrado se refiere a los estudios que se cursan una vez obtenido un título de grado (licenciatura). Se trata de una formación especializada enmarcada en la educación superior: maestría, especialidades, subespecialidades y doctorados.
En Honduras existen 16 universidades públicas y privadas que tienen esta oferta académica, aunque expertos afirman que las universidades estatales se están quedando rezagadas.
Privadas consolidan oferta
Al analizar la base de datos de graduados por tipo de universidad, la Universidad Tecnológica Centroamericana (Unitec) fue la que reportó mayor cantidad de egresados entre 2016 a 2023, con 6,775 títulos otorgados (el equivalente al 44% del total de casos).
En segundo lugar está la UNAH, con 2,825 graduados de posgrado, lo que representa el 18%, mientras que la Universidad Católica de Honduras (Unicah) registró 1,988 nuevos profesionales en diferentes áreas de maestrías, especialidades y doctorados.
Para Alejandro Kaffati, economista del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), estas cifras no marcan una brecha en el mercado laboral, pues la contratación de un profesional “no depende de qué universidad pública o privada obtuvo su título, sino que la elección pasa por el tema de las habilidades blandas que tienen estas personas, ya sean en grados o en máster”.
Pese a eso, resaltó que las competencias personales —como el trabajo en equipo, liderazgo, comunicación efectiva, empatía, adaptabilidad, creatividad, resolución de conflictos y pensamiento crítico— son áreas mejor trabajadas y desarrolladas en las universidades privadas.
Contrario a lo expresado por Kaffati, Alfred Del Cid Nolasco, jefe de relaciones públicas de la Dirección de Posgrado de la UNAH, afirmó que existe “prestigio” en el mercado laboral para quienes tienen un título de la máxima casa de estudios, mientras que “ya después van las universidades privadas”.
El académico Armando Euceda coincidió con Del Cid Nolasco, al indicar que “las personas reconocen a la UNAH, a la que catalogó de una universidad centenaria”.
Según autoridades de la máxima casa de estudios, la UNAH ofrece a los futuros aspirantes 41 maestrías, 21 especialidades médicas, 3 doctorados y 5 subespecialidades médicas.
De las universidades privadas no hay un número concreto de especialidades, sin embargo, solo Unitec cuenta con 23 maestrías, 2 doctorados y 5 especialidades, de acuerdo con información publicada en el portal web de la institución.
¿Por qué prefieren estudiar en universidades privadas?
Para los académicos, el que la mayoría de profesionales egresen del área de posgrados de universidades privadas tiene su origen en la amplia oferta académica. Sin embargo, las autoridades de la máxima casa de estudio lamentan que el bajo número de egresados se debe a que realizan graduaciones cada semestre o cada año.
Sólo en 2023, las universidades privadas triplicaron el número de graduados de posgrados. Las cifras revelan que el acumulado para ese año fue de 1,761 egresados de diferentes áreas de especializaciones (la cifra más alta desde 2016), mientras que de las universidades públicas egresaron 603 profesionales.
Por ejemplo, la profesional del derecho Jensy Zavala decidió estudiar la maestría de Derecho Procesal Civil en una universidad privada no porque quiso, sino porque la UNAH no cumplía con la oferta académica.
“Estudié entre 2018 y 2019, para ese entonces la maestría que yo escogí no estaba en la UNAH, pero al consultar sobre otras ofertas académicas me desánimo el montón de trabas que me pusieron”, explicó. Lamentó que dentro de los requisitos solicitados por la Autónoma “me pidieron certificado de inglés y yo no soy bilingüe”.
La abogada tomó la decisión de cursar su especialización en una universidad privada por la flexibilidad que le ofreció con el pago de matrícula, cuotas mensuales diferenciadas y por que el 80% de los docentes que impartieron la maestría eran españoles expertos en la materia.
La hondureña sacó la maestría presencial en dos años y actualmente la formación obtenida le ayudó a posicionarse mejor en la empresa privada.
Para Euceda, la elección de estudio en las universidades privadas se debe a que “ofrecen un mayor número de planes de estudio a nivel de posgrados atendiendo la necesidad del mercado y la sociedad”. Asimismo, indicó que “las universidades privadas tienen la posibilidad de adaptar mucho más rápido su currícula educativa”.
También se refirió a que muchos de los programas de maestrías de las universidades privadas son en línea, lo que facilita el acceso a personas que trabajan.
Sumado a esto, algunas instituciones privadas cuentan con convenios con diferentes colegios profesionales y bancos.

Posgrado una ventaja competitiva
Los hondureños buscan especializarse en diferentes áreas, pero la realidad y las estadísticas muestran que 1 de cada 10 licenciados logró obtener un título de posgrado.
Entre 2016 a 2023, un total de 174,077 estudiantes alcanzaron su licenciatura, pero solo 15,347 decidieron dar el siguiente paso y estudiar un posgrado o especialidad.
El rector de la Universidad José Cecilio del Valle (UJCV), Julio Cesar Raudales, expresó que la realidad de la educación de posgrados en Honduras está más dirigida a ver cómo se complementan las capacidades profesionales de las personas en su ámbito laboral.
Aseguró que tener un posgrado representa una ventaja competitiva para la inserción en el mercado laboral.
Armando Euceda, por su parte, sugirió a la UNAH “revisar su currícula de planes de estudio e implementar un mayor número de programas de posgrado para hacer frente a la cambiante dinámica de la sociedad y de la fuerza de trabajo”.
El entrevistado también expresó que la mayoría de las maestrías de la UNAH se imparten en Tegucigalpa y muy poco se ofrecen en los centros regionales, una clara ventaja para el semillero de las universidades privadas en Honduras, sumado a la oferta de programas en línea.
Las autoridades de la máxima casa de estudios son conscientes de muchas de las debilidades que tienen en los posgrados, sin embargo, Alfred Del Cid Nolasco detalló que en este 2025 iniciaron con dos maestrías completamente virtuales: una en Administración de Empresas y otra en Psicometría.
Acceso a especializaciones
A criterio de las autoridades de las universidades públicas y privadas y, sumado a ellos, la empresa privada, la mayor limitante para acceder a estudios de posgrado radica en el factor económico.
El total de graduados de maestría de universidades privadas y públicas entre 2016 a 2023, de acuerdo con la base de datos analizada por EL HERALDO Plus, sumó 13,866 profesionales, mientras que solamente 244 decidieron estudiar un doctorado.
Este patrón también se repitió entre los egresados de licenciatura, pues un reducido número de personas optó por un posgrado.

Para el rector de la Universidad José Cecilio del Valle, el problema es que “todas las maestrías en Honduras son pagadas y no existe la educación gratuita en posgrados”, lo que evidencia que el acceso a la formación de especializaciones requiere de un sacrificio económico.
También dijo que considerando el ingreso per cápita del hondureño, una maestría o doctorado es caro y solamente mediante el acceso a una beca se puede estudiar sin pagar.
De la misma forma, el representante del Cohep detalló que “el elevado costo de las especializaciones, la escasez de oportunidades de becas y la falta de programas de financiamiento flexibles son las razones por las cuales muchos jóvenes no pueden realizar estudios de educación superior en el país”.
También se refirió a la urgencia de crear vínculos con el sector privado para poder asegurar que la currícula ofrecida por las universidades privadas o públicas, son lo que realmente andan buscando los sectores productivos del país.
Rezago
El nivel educativo general de la población hondureña es uno de los más bajos de la región y específicamente el tema de los posgrados se presenta como una clara limitación para lograr especializaciones a nivel superior.
El rector de la UJCV comparó los estudios de posgrado con otros países de Centroamérica, como Costa Rica, El Salvador y Guatemala, advirtiendo que la “calidad educativa en Honduras es muy mala a todo nivel, no hay excepción”.
El académico Euceda, discrepó con Raudales al mencionar que “con los países de Centroamérica, los posgrados de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras están al mismo nivel académico porque todos somos miembros del Consejo Superior Universitario Centroamericano (CSUCA). Las maestrías tienen más o menos el mismo nivel de aceptación”.
También indicó que Panamá y Costa Rica están a la vanguardia en cuanto al tema de la oferta académica referentes a los posgrados. Mientras que países como Nicaragua, El Salvador y Honduras están más o menos igual. Y en el caso de Guatemala, es el país de la región que tiene un mayor volumen de programas de posgrado.
“Ahora, con respecto a Chile, Colombia, Brasil, Argentina y Costa Rica, estos países invierten mucho dinero en investigación y desarrollo, mientras que en Honduras el limitado presupuesto del 6% para la UNAH no es suficiente para cubrir toda la demanda académica a nivel superior”, puntualizó Euceda.
Aunque las universidades públicas y privadas tienen objetivos distintos, las cifras de graduados reflejan sus avances.
En ese sentido, las universidades privadas están siendo más proactivas al ofrecer una variedad de programas académicos que se adaptan mejor al contexto social del país. Por ello, el trabajo que las universidades públicas deben realizar, según expertos, se debe centrar en ampliar su oferta académica, establecer vínculos con el sector privado y crear alianzas mediante mecanismos de financiamiento a nivel de posgrado.