En un juego muy caliente y donde hubo de todo, Victoria tuvo que recurrir a la garra y fineza para vencer 3-2 al Vida y así quitarse una racha de 14 partidos sin doblar a su acérrimo rival.
Las faltas constantes, las amarillas por todos lados, las dos expulsiones al Jaibo (al titular Denis Suazo y al suplente Pablo álvarez), la duda del árbitro Manuel Zelaya para retractarse de una roja a un jugador del Rojo y los múltiples festejos sintetizaron esta nueva edición de un aguerrido clásico ceibeño.
El Vida, con la confianza de los números en estos derbis, arrancó con mayor decisión y Cholvyn Martínez vacunaba por el centro a Johnn Bodden cuando apenas habían trascurrido seis minutos en el reloj. El Victoria se mostraba sin ideas, pero, al 35, Leandro Guaita se abrió un espacio para ahuecar el pecho, meterse al área y clavarla en el ángulo izquierdo de Obed Enamorado para establecer el 1-1.
Un complemento de goles
Con esa misma emoción del juego, Carlos Valle se levantaba en el complemento (53) para cabecear el 2-1 y poner a celebrar a los Cocoteros. Pero Héctor Vargas no le teme al riesgo y fortalecía su parte ofensiva para que Kevin Hoyos (56) de espaldas al marco tocara sutilmente de cabeza y prendiera la inspiración de su equipo con el empate a dos.
Pese a tener un hombre menos en el campo, el Jaibo tenía la motivación de su lado y enseguida el propio Hoyos aprovechaba su talento para provocar un claro penal de Carlos Valle. Entonces al abordaje iba Leandro Guaita, quien no le temblaba el pulso para vencer abajo a Obed y romper la racha de más de tres años del Jaibo sin festejar ante el Rojo.
