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Para Motagua la 14 llegó gracias a los resultados, figuras, lágrimas y sudor

El título nacional se obtuvo tras una combinación de muchas cosas... Dos únicos refuerzos y el regreso de Rubilio, Harold y el Chino le dieron gran aporte al club que ya tiene la copa

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19.12.2016

Tegucigalpa, Honduras
Nadie se imaginaría que después de una racha negativa de seis fechas sin ganar, siete clásicos sin vencer a Olimpia y ocho expulsiones llegaría la tan esperada Copa 14.

El torneo Apertura 2016-17 fue de los más irregulares para el Mimado, pero el trofeo de campeón llegó gracias a que el Ciclón sumó cuando tenía que sumar.

El equipo del pueblo se hizo fuerte de local y solo perdió un partido en el Nacional pero en ese juego que fue para la repesca Motagua se podía dar el lujo de caer por diferencia de un gol para clasificar a semifinal y ese fue el resultado 2-1.

Además: Diego Vazquez también es campeón de la tarjeta Roja

El Azul fue buen visitante ya que le arrancó a sus rivales 14 puntos ganando en canchas como La Ceiba, El Progreso y San Pedro Sula.

El punto más bajo de Motagua fue cuando perdió ante el Social Sol, cayó ante el club que no le ganaba a nadie y se ganó las burlas. El más alto en el momento que reaccionó goleando 4-2 a Platense. Fue el despertar.

Atinados fichajes
Motagua tuvo que recurrir a sus jugadores repatriados para ser campeón. No hubo necesidad de hacer tantas contrataciones como se hizo en otras temporadas. Marco Vega y Martín Pucheta fueron los únicos nuevos en el plantel.

El regreso de Rubilio Castillo, Carlos Discua y Harold Fonseca fue lo mejor que le pudo pasar al Azul ya que recobró su identidad.

Rubilio se destapó con nueve goles y marcó el más importante de penal, contra Marathón, en la etapa del repechaje. Roruca siempre jugó con entrega pese al momento tan complicado que vivió por la muerte de su hermano y cuando estuvo en el ojo del arbitraje.

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Hizo la diferencia
El Chino Discua marcó el gol más importante, el de la Copa. En su calidad de volante, Carlitos hizo cinco goles este torneo y fue el segundo máximo romperredes en el Nido. Carlos fue un líder positivo, capitán con y sin gafete en los momentos que el club más lo necesitó.

Gracias a él se ganaron juegos claves como el de vueltas regulares contra Platense que finalizó 4-2.

El portero Harold Fonseca llegó para fortalecer el arco. La intención de Harold siempre fue coronarse campeón con las águilas pero una lesión lo alejó del marco.

Fonseca tapó el penal contra Olimpia en la semifinal y a partir de ese momento, Motagua estaba cerca de su sueño. Además, el Churu hizo grandes tapadas contra clubes como Real España, Marathón, Real Sociedad y el mismo Platense.