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Múnich, Alemania.- "Quizá sea para muchos de nosotros el último partido de cuartos de final. Quizá la última semifinal o la última final, quién sabe. Por eso intentamos dar ese esfuerzo extra en cada partido", reflexionó en abril el armenio Henrik Mkhitaryan, centrocampista del Inter de Milán, antes de la eliminatoria ante el Bayern.
Tiene 36 años y es titular fijo para Simone Inzaghi, entrenador de una plantilla de 26.9 años de media de edad, según datos de BeSoccer para EFE. Es la tercera más veterana de la presente edición de la 'Champions'. La realidad, aunque no se note por su despliegue, es diferente, pues el once titular habitual en Liga de Campeones acumula una media total que roza los 30 años esta temporada.
Juega el Inter un fútbol ofensivo, atrevido, de ida y vuelta y dejando huecos al espacio pese a la veteranía de Acerbi, de 37 años. Aunque parece estar en plenitud física después de cómo se lanzó al ataque ante el Barcelona para llevar las semifinales a la prórroga.
La edad promedio del once del Inter esta campaña, teniendo en cuenta todas las competiciones, ha sido de 29,36 años. Mientras que la edad media del once en 'Champions' ha sido de 29,56 años, el más veterano en esta competición en la presente campaña.
Dato que toma aún más entidad al promediar la edad del once titular 'nerazzurro' en eliminatorias de 'Champions' este año, que ha sido de 29,89 años. Es también la más veterana en eliminatorias, superando la edad del Atalanta por casi un año: 28,91; y la del Atlético en casi dos: 27,95.
La veteranía del Inter
Y es que Mkhitaryan no es el único jugador titular que supera los 35 años. El Inter tiene una columna vertebral bastante envejecida en términos deportivos. No es algo que haya perjudicado al equipo. Todo lo contrario. Simone Inzaghi, entrenador de 49 años, ha siempre acostumbrado en sus equipos a apostar por la experiencia.
Sommer tiene 36; Acerbi tiene 37; y Darmian, que ha tenido protagonismo durante la lesión de Dumfries, tiene 35. El equipo tiene en Bastoni (26) su jugador titular más joven. La mayoría, eso sí, ya jugó la final de 2023 perdida ante el Manchester City.
La elevada edad media otorga una madurez fundamental a este equipo. Eso sumado a jugadores en plenitud como Barella (28), Lautaro (27), Pavard (29), Dimarco (27), Calhanoglu (31) o Thuram (27) eleva el techo competitivo del equipo.
Sin embargo, el desgaste este año ha sido más agresivo que nunca, condicionado por la cantidad de partidos jugados, y evitó el triplete al provocar la eliminación de Copa Italia y dos derrotas claves en el 'Scudetto'.
El once más joven que presentó el Inter fue ante el Feyenoord con 28.3 años de media, elevada en comparación con otros. Eso sí, más de dos años más joven respecto al once de más edad que presentó, ante el Bayern de Múnich en la vuelta de cuartos, con 30.8 años.
Marquinhos, el más veterano del PSG con 31 años
Contrate total con la plantilla que gestiona Luis Enrique. Marquinhos, capitán y emblema del PSG, es uno de los dos jugadores del equipo parisino que sufrió la derrota de 2020 ante el Bayern de Múnich. El otro es Kimpembe, de 29 años.
El resto del vestuario es muy joven. La media de edad de la plantilla del PSG en esta 'Champions' es, con 24 años, la 6º más joven de la competición. Y la edad promedio del once del PSG esta temporada, en general, ha sido de 23,67 años. La del once en Liga de Campeones ha sido de 24,21 años, la 5º más joven de esta edición.
Jugadores como Nuno Mendes (22), Willian Pacho (23), Joao Neves (20), Zaire-Emery (19), Barcola (22) o Doue (19) rebajan sobre manera la media.
También otros jugadores más experimentados son mucho más jóvenes que los del Inter. De hecho, estos "veteranos del PSG", rondan la edad de los "jóvenes del Inter". Donnarumma (26), Lucas Hernández (29), Achraf (26), Fabián (29), Vitinha (29), Dembele (29) o 'Kvara' (24).
La edad promedio del once titular del PSG en eliminatorias de esta 'Champions' ha sido de 24,51, la 3º más joven tras los 23,32 años del Sporting de Portugal y los 23,8 del Feyenoord.
Son dos maneras diferentes de gestionar los equipos, de encarar una final. El Inter de Inzaghi juega con la madurez y experiencia a su favor. El PSG, con la desfachatez y el atrevimiento de la juventud. En la final de Múnich, la veteranía 'nerazzurra' pondrá a prueba la frescura parisina.
Del posible triplete a Múnich como única opción de título interista
La presente temporada del Inter de Milán comenzó con el sueño del triplete, con la ilusión de emular la histórica campaña del año 2010 que poco a poco fue desapareciendo, hasta quedar la próxima final de Liga de Campeones ante el PSG como única opción de título interista.
La temporada, pase lo que pase, no puede considerarse un fracaso. Sí una desilusión, un disgusto, por haber tenido tan cerca dos de los tres títulos. El tercero, el que se juega el sábado 31 de mayo en Múnich, puede hacer que la campaña pase igualmente a la historia del club al levantar la cuarta 'orejona' de su palmarés, después de las logradas en 1964, 1965 y 2010.
Las semifinales de Copa de Italia ante el Milan condenaron su triplete. El Nápoles acabó poco después con la posibilidad del doblete. Y solo queda la 'Champions'. El Mundial de clubes asoma en el horizonte como una competición que se celebrará cada 4 años y todavía como incógnita para ser incluido en el clásico triplete.
El mes de abril, con el cansancio acumulado por el asfixiante calendario y algunas lesiones de suma importancia, supuso un golpe difícil de encajar para una afición que se veía ganadora de tres títulos. Más duro por haber llegado ese bajón justo tras haber certificado el pase a semifinales de Liga de Campeones al ganar al Bayern Múnich.
Llegaron entonces tres derrotas consecutivas. Dos en Serie A, ante el Bolonia y el Roma, que hicieron más fuerte al Nápoles, finalmente campeón del 'Scudetto'. Y la más dura de la temporada, un 0-3 ante uno de los peores Milan de la última década, el gran rival que le apeó de las semifinales de Copa con una humillante goleada.
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Finalista
Fue solo un bache, pero acabó con muchas de sus posibilidades. Desde entonces, ni una sola derrota. Empate y victoria ante el Barcelona en 'Champions' y cuatro jornadas sin perder en Serie A.
De esas 4 solo empató una, pero muy dolorosa, eso sí, pues fue ante el Lazio en la penúltima jornada de Serie A, en el mismo día en el que el Nápoles 'pinchó' ante el Parma y pudo colocarse líder. El doblete del español Pedro Rodríguez amargó definitivamente sus posibilidades.
Gestionó Simone Inzaghi las fuerzas de sus principales armas sabedor de sus pocas opciones por el 'Scudetto'. No forzó a Lautaro en la última jornada y dio descanso a otros titulares habituales. No juega el argentino desde la vuelta de semifinales de 'Champions', pero llegará sin contratiempos al gran partido como capitán y gran estrella del equipo 'nerazzurro'.
El Inter ha tenido una temporada estelar, aunque no pudo concretar dos títulos que tuvo en su mano. Sigue siendo, pese a todo, el mejor equipo en Italia. Por estructura en la directiva, por plantilla, por entrenador. Un completo que soñó con el triplete y al que ahora le queda solo Múnich para levantar un título. Un triunfo histórico que supondría la guinda del pastel en una ya grandísima temporada.
El PSG de autor de Luis Enrique
Luis Enrique ha construido en el París Saint-Germain el juguete que quería, un equipo forjado a su voluntad en busca de su primera Champions League, en el que él es la máxima estrella y que destila en el campo su personalidad arrolladora, su carácter de fuego que impregna desde el banquillo y en cada entrenamiento.
"Es nuestro líder", resumía hace unos días Vitinha, consciente de que tras él se parapeta un equipo que ha conseguido deslumbrar a Europa y que aspira a levantar la primera Liga de Campeones de su historia este sábado contra el Inter de Milán.
Su llegada al Parque de los Príncipes en el verano de 2023 abrió una nueva página en la trayectoria del club propiedad de Catar, que hasta entonces había apostado por traer grandes estrellas en lugar de hacerlo por un proyecto colectivo.
Desde su primera rueda de prensa, Luis Enrique sentó las bases de su ideario: "Vengo a hacer un equipo que tenga un estilo de juego reconocible".
De esa manera, el ex seleccionador español se quitaba la presión de verse obligado a ganar la Liga de Campeones, la condición que había costado el puesto a todos sus antecesores.
En una reciente rueda de prensa aseguraba que cuando hace diez años levantó la Copa de Europa con el Barcelona hizo "un trabajo excepcional", pero que en París ha sido una labor más personal.
"Aquí el proyecto ha sido diferente, lo hemos tenido que construir", dijo el entrenador, que ha encontrado un eco total en el director deportivo, Luis Campos, y en el presidente, Nasser Al-Khelaifi.
El fracaso de 2023, derrotado en octavos de final sin apenas oponer resistencia ante el Bayern de Múnich con Christophe Galtier en el banquillo, decidió a Doha a hacer un planteamiento diferente y dejar aparcada la ambición con la que habían llegado en 2012, la de ganar a toda costa la Liga de Campeones.
Luis Enrique aterrizó con plenos poderes y con la voluntad de construir un equipo a su gusto. Su llegada coincidió con la salida del argentino Lionel Messi y del brasileño Neymar, la constatación de que las grandes estrellas no eran la prioridad para el técnico.
Solo quedaba Kylian Mbappé de la etapa de los grandes nombres, pero el delantero francés gozaba de un amplio capital de compromiso, acababa de ampliar su contrato y era señalado como el pilar sobre el que debía reposar el PSG.
Pero las cosas se torcieron enseguida, el jugador anunció su intención de acortar su estancia y las relaciones se tensaron. Luis Enrique tuvo que gestionar un frente heredado, el último que no llevaría su sello.
Así llegan ambos equipos previo a la final de este sábado.
